2022: las mujeres del mundo marcharon por la paz, la democracia y la soberanía

22/12/2022 |

Capire

Presentamos un panorama de los contenidos publicados por Capire en 2022

En 2022 el portal Capire se fortaleció como una herramienta de comunicación del feminismo popular internacional. Publicamos 124 materiales, entre textos, videos y galerías, que evidenciaron la organización de las mujeres, su protagonismo en las luchas sociales y en el mantenimiento de la vida común. Fue un año de resistencia a la ofensiva neoliberal, al conservadurismo y al despojo, y de denuncia a una estrategia capitalista que jugó un papel central: el militarismo y la imposición de guerras y de conflictos armados.

Paz feminista y anticapitalista

Este año, el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania hizo reverberar el carácter imperialista y patriarcal de las guerras en el mundo y cómo estos conflictos afectan principalmente a las mujeres. Desde las organizaciones populares internacionalistas, posicionamos la fuerza y ​​el sentido del feminismo en la lucha por la paz y denunciamos el papel de la OTAN y la hegemonía de Estados Unidos en la ocupación militar de los países del Sur global. En Estados Unidos, lideresas denunciaron el cambio de valores en el cual “no es posible tener salud gratuita, pero sí es posible financiar una guerra” y muestran la importancia de los movimientos del país para presionar al gobierno y denunciar la industria de la guerra. Cuestionamos los medios de comunicación hegemónicos y la producción de narrativas que justifican la guerra mientras silencian disidencias. Con una galería de carteles feministas producidos por artistas y activistas de todo el mundo, desafiamos estas narrativas y destacamos el compromiso de las mujeres con la paz y la vida.

Entender las guerras y los conflictos armados a través de una lente feminista implica atravesar obstáculos de silenciamiento y de desinformación, y escuchar a las mujeres de diferentes territorios del Sur global donde los conflictos se prolongan desde hace años y no reciben importancia internacional.

 “En la región de Malí y en los países a su rededor, el tema de la guerra y de los conflictos armados es cotidiano”, dijo la militante Nana Aïcha durante uno de nuestros webinarios. En Palestina, territorio ocupado ilegalmente por Israel hace décadas, las mujeres denuncian la criminalización de los movimientos y la usurpación de bienes comunes como tierras, bosques y aguas. A pesar de todas estas violencias, las mujeres palestinas siguen siendo ejemplos de resistencia y lucha por su tierra y sus derechos. En el norte de África, en el Sáhara Occidental, las mujeres saharauis son lideresas en la lucha pacífica por la libertad y la independencia. También defendiéndose de una guerra contra su pueblo, las mujeres kurdas rompen barreras en defensa de su idioma e identidad.

Aprendimos de las mujeres en lucha a denunciar la instrumentalización de la narrativa en defensa de los derechos de las mujeres para justificar guerras y ocupaciones imperialistas, cuyos efectos son de largo plazo, como escribió Teeba Saad sobre Irak. En Afganistán, las mujeres siguen enfrentando a la represión, a la violencia y al encarcelamiento de quienes resisten al régimen talibán. Enfrentar a los fundamentalismos y al imperialismo simultáneamente es un desafío estratégico de los movimientos populares. El fundamentalismo religioso avanza en otros territorios, criminalizando y asesinando mujeres en el sur de Asia. Recuperamos la memoria de la lucha contra el fundamentalismo en el norte de África, y conocemos los retos y horizontes de transformación de la actual movilización de las mujeres en Irán.

Y, mientras la represión y la violación de los derechos humanos sean las armas de los gobiernos autoritarios, la respuesta será de lucha popular y solidaridad, como vimos este año en países como Brasil, Colombia, Ecuador, Haití y Honduras, y muchos otros. Como dijo la coordinadora internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres, Yildiz Temürtürkan, en una entrevista: “Hoy, con la ascensión del autoritarismo de mercado en todas partes, tenemos el desafío de fortalecer la solidaridad internacional con las mujeres de todo el mundo, no solo con las mujeres de algunos territorios específicos”.

Uno de los resultados de esas guerras es la migración a países del norte global. Esta jornada muchas veces forzada y los intentos de establecer una nueva vida lejos de esos conflictos, son escenarios para tantos otros desafíos y violencias que las mujeres, como principales responsables de sus familias, son también las principales víctimas. En este sentido, en toda Europa, las mujeres se han unido en campañas feministas a favor del asilo para mujeres y personas LGBT+ y contra el aumento de la militarización y la vigilancia en las fronteras de los países. En la región, la Marcha Mundial de las Mujeres organiza una agenda de luchas permanentes contra el poder corporativo de las empresas transnacionales y su papel en el aumento de la militarización en las fronteras.

Nuestras luchas, nuestras banderas

A lo largo del año, vimos el feminismo fortalecerse como una fuerza radicalmente transformadora. Y reflexionamos sobre este feminismo no ser abstracto ni individual, ya que se lo lleva adelante un sujeto político colectivo, diverso y organizado: las mujeres en movimiento que enfrentan al capitalismo, al racismo, al colonialismo y a la LGBTfobia. Esto ha sido expresado en días de movilización internacional, como el 8 de marzo, Día Internacional de Lucha de las Mujeres, y el 24 de abril, día de acción de la Marcha Mundial de las Mujeres de solidaridad feminista y denuncia del poder corporativo. Pero el feminismo también se fortaleció en el día a día, en experiencias territoriales o regionales, en caravanas, brigadas, manifestaciones, ruedas de conversación, mingas, bicicletadas, formaciones, entre varias otras formas de organización.

En marzo, celebramos un año del lanzamiento de la Escuela Internacional de Organización Feminista Berta Cáceres y acompañamos el desarrollo de este proceso de formación en los Balcanes y en las Américas. Además de estas ediciones regionales, se realizó la Escuela Internacional de Facilitadoras, que nos permitió reflexionar sobre el papel de la metodología feminista en la educación popular.

Estamos siempre reflexionando sobre el papel de la comunicación en la articulación y expansión del feminismo y de las luchas de las mujeres en todo el mundo. En 2022, publicamos textos y audios sobre experiencias de comunicación feminista y popular inspiradoras, como la participación de mujeres campesinas en radios comunitarias en Nepal, las estrategias de comunicación comunitaria en Cuba, las experiencias de Pan African TV y de la Radio Mundo Real, además de la articulación de la Internet Ciudadana. Tuvimos nuestra primera experiencia de cobertura presencial durante la III Asamblea Continental del ALBA, donde participamos de la convergencia de comunicación.

Presentamos historias de mujeres comunicadoras y periodistas que fueron perseguidas, detenidas y asesinadas por realizaren su trabajo. En solidaridad y defensa de la libertad de la periodista y activista india Teesta Setalvad, compartimos un extracto de sus memorias sobre la cobertura periodística comprometida con los derechos humanos. También reflexionamos sobre el papel político de la traducción para internacionalizar la lucha feminista teniendo la justicia lingüística como práctica y horizonte.

Visibilizando experiencias y reflexiones locales, posicionamos la centralidad de los cuidados y de la sustentabilidad de la vida, y afirmamos la economía feminista como apuesta política. Denunciamos el endeudamiento, fruto de la pobreza y del neoliberalismo. Aprendimos de la lucha de las trabajadoras de hogar, de la organización de las trabajadoras argentinas en el Primero de Mayo, entre muchas otras. Con las feministas de Angola, Grecia, Sri Lanka, Nepal, Perú, Uruguay y Paraguay, por ejemplo, vimos el papel fundamental de las mujeres en la resistencia popular de sus países, en las luchas por la democracia y soberanía, defendiendo la vida, las comunidades y la naturaleza.

El feminismo anticapitalista es antirracista. Publicamos un relato sobre la experiencia de organización de mujeres quilombolas, lideresas en la defensa de la naturaleza, de los territorios y de los modos de vida de los pueblos y comunidades tradicionales. Como denunció Miriam Miranda, “existe un genocidio contra los pueblos que defendemos la naturaleza”.

Marcando los 30 años de La Vía Campesina, recuperamos la historia de organización de las mujeres en la construcción del movimiento y su protagonismo en la lucha por la soberanía alimentaria y la justicia ambiental. Publicamos una galería de carteles producidos por 22 artistas comprometidos con la lucha de La Vía Campesina. Las mujeres campesinas son fundamentales en la protección de las semillas y en la producción agroecológica de alimentos, así como en la denuncia del libre comercio y del hambre, y en la movilización popular, como ocurrió en India. Desde experiencias de educación popular en agroecología, aprendimos que el camino hacia la soberanía alimentaria pasa por proteger los saberes ancestrales.

Las mujeres afirmaron que la alimentación no puede seguir una lógica patriarcal, que la naturaleza no es una mercancía, que la energía debe ser un bien público y solo podrá ser “limpia” si haya un cambio de modelo energético. Denunciaron la financiarización de la naturaleza y la economía verde como falsas soluciones a la crisis climática, que es una de las tantas dimensiones de la crisis provocada por el capitalismo. La naturaleza, la alimentación y el territorio están en el centro de la ofensiva del capital contra la vida. Esto se expresa en la digitalización de los sistemas agroalimentarios, ya sea a través de la agricultura 4.0 o a través de muchas otras estrategias de las grandes corporaciones tecnológicas para explotar la naturaleza y precarizar aún más el trabajo. Las mujeres plantean interrogantes importantes para construir alternativas anticapitalistas guiadas por la soberanía popular. Entendemos la necesidad de la integración regional y reflexionamos sobre las conexiones feministas entre soberanía alimentaria y las soberanías tecnológica y energética.

En lucha por la soberanía de los pueblos y por la libertad de las mujeres, afirmamos que queremos construir un mundo libre de violencia, un mundo donde la diversidad y el amor sean parte de la lucha revolucionaria, como lo ha expresado recientemente el pueblo de Cuba. Y mostramos, incluso con una galería de carteles publicada en la página web y expuestos presencialmente en la sede del Foro del Pueblo en Nueva York, cómo la consecución de la autonomía de las mujeres pasa por el derecho al aborto seguro y gratuito, que ya es ley en algunos países del mundo y es, todavía, un reclamo en muchos otros.

Memoria, arte y cultura

La lucha de las mujeres tiene mucha historia y se necesita un trabajo activo para rescatarla. A lo largo del año, homenajeamos las vidas y luchas de las mujeres que nos inspiran con sus ejemplos de irreverencia. En el marco del Día de los Libros Rojos, compartimos un fragmento del libro “Unión Obrera”, de Flora Tristán. Conocemos la historia de Ana Betancourt, quien marcó la lucha por la independencia de Cuba. Manteniendo viva la memoria de la militante feminista Berta Cáceres, publicamos pasajes del capítulo “La Resistencia” del libro Las revoluciones de Berta, de la autora Claudia Korol. En el cumpleaños de Rosa Luxemburgo, publicamos una carta en la cual animaba su amiga Sophie Liebknetch, escrita por la revolucionaria durante su encarcelamiento.

Para recordar el papel de las mujeres socialistas en la Revolución Rusa, publicamos el texto “La religión y la mujer”, escrito en 1927 por la revolucionaria rusa Nadezhda Krupskaya. Recordamos la desobediencia antirracista de la activista estadounidense Rosa Parks en su testimonio extraído de su libro autobiográfico sobre el día en que ella se negó a ceder su asiento en el autobús a un hombre blanco. Publicamos la historia de Lumina Sophie, líder femenina de resistencia durante la revuelta de 1870 y la Insurrección del Sur en Martinica. Compartimos un fragmento del relato de Margarida Maria Alves, líder sindical campesina cuya lucha inspira una mayor movilización de las mujeres del campo en América Latina. Conocemos la historia de Xica Manicongo, la primera travesti en la mira de la inquisición en Brasil.

Rendimos homenaje a la argentina Hebe de Bonafini, fundadora y presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, fallecida el 21 de noviembre, a la quebequense Lorraine Guay, una de las fundadoras de la Marcha Mundial de las Mujeres, y a la militante feminista mozambiqueña Maria Adosinda, quien dedicó su vida a enfrentar la violencia y la explotación. En Brasil, recordamos la figura de Marielle Franco y su lucha contra la violencia y la militarización.

Celebramos las expresiones culturales de poetas y artistas visuales de diferentes partes del mundo. Los mapas estilizados de Hanaa Malalah critican la destrucción causada por las guerras en Irak. Salka Embarek, en su poema “Soy el Sáhara”, expone la resistencia anticolonial del pueblo saharaui. En el poema “Mujeres”, la chilena Mafalda Galdames habla de la lucha, el tiempo y la esperanza de la mujer. Ruth Vanita, poeta india, trata en “Discurso” de las relaciones amorosas entre mujeres. En el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, compartimos pinturas y grafismos de Kaya Agari, del pueblo indígena Kurâ-Bakairi de Brasil. “Deja que pase mi pueblo”, publicado en memoria del día de nascimiento de la poeta mozambiqueña Noémia de Souza, habla de resistencia y hermandad negra. Lia Ukleba pinta obras feministas que desafían los poderes y las prácticas patriarcales en Georgia. Y las fotos de Yara Osman denuncian la guerra en Siria y la destrucción de la vida en su territorio de origen. Estas mujeres, a través de su arte, hablan de la lucha de su pueblo y expresan su identidad, sus anhelos, su rebeldía.

Colectivizando estos sentimientos y todas las sabidurías publicadas en Capire en 2022, esperamos entrar al próximo año con más fuerza feminista y más certeza de las transformaciones que somos capaces de realizar cuando estamos juntas y organizadas.

Redacción por Bianca Pessoa e Helena Zelic
Edición por Tica Moreno
Traducido del portugués por Aline Lopes Murillo

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