Las transformaciones sociales sistémicas exigidas por los movimientos populares acumulan numerosas experiencias históricas y prácticas emancipatorias que se entrelazan. Articulación política y educación popular son estrategias fundantes para fortalecer y ampliar la organización feminista. Por eso, deben caminar juntas. En alianza y con procesos de formación, las organizaciones feministas y populares profundizan sus miradas y radicalizan su agenda y sus acciones, formulando nuevos horizontes.
Entre 5 y 7 de mayo de 2024, mujeres militantes de varios movimientos que participan y construyen el proceso de la Escuela Internacional de Organización Feminista ‘Berta Cáceres’ (IFOS, sigla en inglés) se reunieron en Antigua, Guatemala, para una etapa más de articulación y reflexión. «La escuela es una respuesta a esa necesidad estratégica de formación política para fortalecer movimientos y construir un sujeto político plural y feminista«, afirma la coordinadora Sandra Morán, de Guatemala.
El encuentro fue fructífero en la reflexión acerca de prácticas políticas y estrategias compartidas. Las metodologías de la educación popular facilitaron la identificación de especificidades y perspectivas diversas entre las organizaciones involucradas, visando construir síntesis y rutas comunes. “Estamos tejiendo nuestras articulaciones, nuestras experiencias e incluso nuestros fracasos para aprender y seguir probando alternativas que vienen de las bases y que buscan solucionar contradicciones que tenemos en movimiento”, define Cindy Wiesner, directora de Grassroots Global Justice Alliance (GGJ), de Estados Unidos.
“Este espacio construido desde la ternura, el amor y la complicidad nos enriquece y nos ayuda a descansar de la exigencia que también nosotras mismas nos hacemos. Nalu siempre nos decía eso”, recuerda Sandra mientras habla sobre la importancia de los lazos de confianza construidos en los espacios de formación y sobre las contribuiciones de Nalu Faria, que siguió toda la construcción de IFOS desde el principio de este proceso, en el 2018.
Un proceso de formación en permanente construcción
‘Tejiendo nuestras propuestas emancipatorias’ fue el título del encuentro en Guatemala, que tuvo como reto compartir metodologías y agendas del feminismo popular en preparación a las próximas actividades de la Escuela. “Estuvimos dándonos conversaciones muy honestas respecto a nuestros propios desafíos en las organizaciones y movimientos”, evalúa Cindy. Las participantes también compartieron análisis y buscaron respuestas comunes para la coyuntura regional e internacional de guerras, genocidios, criminalizaciones, empobrecimiento y del conjunto de ataques llevados por el capital contra la vida.
Los feminismos populares están en la misma sintonía, cada uno con sus especificidades
Cony Oviedo
En agosto de 2024, la IFOS realizará en Honduras una edición más de su Escuela de Facilitadoras, etapa fundamental para la multiplicación de los saberes y prácticas de aprendizaje en cada país y territorio. En mayo de 2025, una nueva edición internacional de la Escuela ocurrirá en Kenia. Después de la concentración de actividades en modalidad virtual, la vuelta a las actividades internacionales presenciales posibilita el intercambio entre movimientos sociales y entre generaciones de militantes, evalúa la cubana Gina Alfonso, del Grupo de Investigación América Latina: Filosofía Social y Axiología (Galfisa).
Nosotras mismas ya nos sentimos parte de una comunidad que se empieza a tejer juntas.
Sandra Morán
Desde la edición de 2023 de la IFOS celebrada en Honduras, el proceso ha involucrado organizaciones que forman parte de la Jornada Continental por la Democracia y contra el Neoliberalismo, una articulación latinoamericana y caribeña que aglutina movimientos sindicales, feministas, campesinos, ambientalistas, entre otros. “La IFOS es un instrumento que hemos construido en alianza, que refleja el pensamiento político acumulado de las organizaciones y que se va enriqueciendo. De hecho, es un espacio vivo”, define Sandra. El desafío que se impone en la Escuela se asemeja al identificado en la Jornada Continental, según Nadia dos Santos, de la Confederación Sindical de las Américas (CSA): que los debates no se queden restritos al ámbito regional, y se conecten con la realidad de cada una de las organizaciones nacionales y locales vinculadas a la articulación.
Economía feminista como estrategia
La Escula también ha sido un espacio rico en elaboraciones sobre economía feminista –que, como señala Cindy, “tiene que ser popular, tiene que ser plural, emancipatoria y diversa y tiene que tener una propuesta de vida muy clara en contra de todos nuestros enemigos que sostienen los sistemas de opresión”. En la Escuela, el feminismo popular no es tratado simplemente como un eje, tampoco como un tema restringido a las mujeres y personas disidentes de género.
La economía feminista es una alternativa a este sistema racista, homofóbico, patriarcal y colonial. Estamos proponiendo y colectivizando este planteamiento en nuestras luchas y nuestro trabajo por décadas sobre las alternativas.
Cindy Wiesner
Endeudamientos y dinámicas de empobrecimiento son ejes fundamentales de la imbricación entre capitalismo, racismo y patriarcado. Enfrentar a los agentes del capital y sus prácticas de exploración es necesario para cambiar la correlación de fuerzas del conflicto capital-vida. Para isso,hay que analisar el capitalismo desde una vición feminista, dice Gina.
La soberanía alimentaria también es un horizonte articulado a la propuesta de la economía feminista. “El proyecto de la soberanía alimentaria no sólo puede salvar la agricultura, sino que puede salvar la humanidad”, afirma Wendy Cruz, de la organización hondureña 25 de Noviembre, vinculada a La Vía Campesina y a la Marcha Mundial de las Mujeres. Durante la Escuela, las participantes crearon un verdadero mosaico de luchas interconectadas, sumando resistencias y alternativas propuestas por sus organizaciones. María de los Ángeles, del Movimiento de Afectadas y Afectados por Represas (MAR), por ejemplo, habló acerca de las conexiones entre feminismo y energía. ¿Qué propuestas de economía feminista queremos y como eso se combina a un modelo de energía comunitario, enfocado en el buen vivir? Sus cuestionamientos se han encontrado con los llevados por Mercedes Gould, de Amigos de la Tierra América Latina y el Caribe (ATALC), que compartió la propuesta de la transición justa y feminista.
Nada está escrito sobre piedra, sino que en los procesos de diálogos, encuentros y formación vamos construyendo ese otro mundo posible con el que soñamos.
Cony Oviedo
“Cuando hablamos de la vida, hablamos no solamente de las mujeres o de las personas. Estamos hablando de todas las vidas que existen en este planeta y cómo las ponemos en el centro. Pensamos en el cuidado de la naturaleza, en relaciones más solidarias y justas donde el trabajo reproductivo sea reconocido y reorganizado”, propone Cony Oviedo, de Paraguay, integrante del Comité Internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres. Las dicotomías patriarcales, como la que jerarquiza la vida humana y la no humana, son parte de este problema, y deben ser revistas desde una propuesta política que afirma la interdependencia de los seres humanos y nuestra ecodependencia en relación a la naturaleza.
En ese mismo sentido, la separación patriarcal entre cuerpo y mente es constantemente subvertida en los procesos de formación feminista, tanto en las discusiones y abordaje sobre cuerpo y sexualidad de las mulheres, cuánto en las metodologías creativas y corporales de aprendizaje y debate. Por ser una actividad basada en la educación popular, también hubo momentos bonitos de mística, que hacen que las participantes conozcan más acerca de otras culturas y territorios, recuerda Andrea Ross Beraldi, de Alba Movimientos.
Los encuentros de Honduras y Guatemala nos dejan tareas pendientes, porque hay discusiones muy profundas que tenemos que trasladar a nuestras organizaciones y construir desde las bases. Eso está retroalimentando nuestros procesos nacionales y regionales.
Wendy Cruz
