La lucha feminista por libertad y soberanía en Palestina

12/03/2021 |

Por Khitam Saafin

Esta es una edición de un discurso de Khitam Saafin en octubre del 2020. Hoy, Khitam está encarcelada por la ocupación israelí. ¡Libertad para Khitam!

Nosotras, mujeres palestinas, nos enfrentamos a todo. Estamos más fuertes y estamos todas unidas contra el racismo y el colonialismo.

Buenas noches, soy Khitam Al Saafin de la Unión de los Comités de Mujeres Palestinas (Union of Palestinian Women’s Committees — UPWC). Tuve el honor de conocer y encontrarme con muchas de las hermanas de la Marcha Mundial de las Mujeres y me alegra ver algunas de ellas aquí, porque eso me renueva la militancia y la vida.

En primer lugar, saludo a todas las participantes en este evento que es un marco del antiimperialismo. Nosotras, como movimiento mundial de mujeres y como palestinas, ciertamente convergimos en nuestros retos antiimperialistas, porque consideramos que el imperialismo, el capitalismo, el colonialismo y la ocupación son las principales fuerzas que persiguen a los pueblos y generan crisis sociales y económicas en la Tierra —desde la creación de la pobreza, del hambre, de las enfermedades hasta cuestiones relacionadas al medio ambiente, al bienestar, a la vida social, a la opresión, la violencia y militarización. 

Nosotras todavía estamos bajo el colonialismo y la ocupación sionista de Palestina. Nuestro pueblo sigue enfrentando este ataque colonial nítidamente apoyado por el imperialismo global liderado por los Estados Unidos de América. Más de la mitad del pueblo palestino todavía vive como refugiado, dentro o fuera de su tierra natal, como resultado del desplazamiento forzado que tuvo lugar en 1948. Estamos aprendiendo que todos nosotros, los palestinos, estamos sometidos al control, por la ocupación israelí, de todos los aspectos de nuestras vidas.

Herramientas del imperialismo para controlar los pueblos

En los últimos dos años, ha habido una escalada de la propuesta imperialista en relación a Palestina. Cuando se propuso el “Acuerdo del Siglo”, se ignoró cualquier derecho nacional del pueblo palestino. Ha sido un intento desde el corazón del imperialismo global y de la ocupación israelí para eliminar la cuestión palestina como una questión de liberación nacional, eliminar las demandas del pueblo palestino por el retorno, por autodeterminación y independencia. Por supuesto, la propuesta llegó a través del anuncio de este acuerdo en la Casa Blanca.


Todos los hijos de nuestro pueblo palestino, mujeres y hombres, rechazaron este acuerdo y dijeron que nuestra causa es la causa de nuestra patria. Existe una resolución internacional sobre la cuestión palestina que contempla los derechos internacionales y, por lo tanto, la buscamos. En este contexto, el enfrentamiento actual se lleva a cabo sobre la base del primer relevamiento de los derechos nacionales palestinos y el rechazo de todas las formas de persecución y violaciones a las que el pueblo palestino es expuesto por las fuerzas de ocupación.

En definitiva, cuando hablamos de sanciones, hablamos de herramientas del imperialismo para controlar a los pueblos. Somos solidarias con todos los pueblos que sufren sanciones como la que se nos ha impuesto. Nos sentimos orgullosas de la revolución cubana por enfrentar el bloqueo durante décadas. El pueblo cubano siguió firme en su revolución. Somos solidarias con todos los pueblos, ya sean de la región árabe o de otras regiones expuestas a tal bloqueo, donde vemos ejemplos catastróficos para las sociedades. El tema de las sanciones también es muy importante porque el imperialismo global, al imponer sanciones, controla el sistema comercial, el sistema monetario y todos los sistemas en la vida de las personas. En consecuencia, tales regiones se quedan bloqueadas de recibir recursos financieros y encuentran dificultades para recibir ayuda humanitaria.

Cercos, desplazamientos, separaciones y prisiones

Nosotras, en Palestina, sufrimos muchas formas de cerco, como el Muro del Apartheid, que aisló las áreas de Cisjordania del resto de Palestina y Jerusalén. Hay otro cerco más severo en la Franja de Gaza, y toda esta ocupación tiene consecuencias desastrosas para la comunidad palestina. Todos los informes y gráficos predicen que la Franja de Gaza en el año 2020 está inadecuada para la vida humana, y eso es lo que está sucediendo hoy: las crisis sociales, sanitarias y económicas en la Franja de Gaza están empeorando. Hemos llegado al punto en que la sociedad palestina ha sufrido violaciones irreversibles. Por otro lado, nuestro pueblo palestino en la Franja de Gaza tiene herramientas de resistencia y optimismo, y sigue siendo resiliente a pesar de las altas tasas de pobreza, enfermedad y analfabetismo.

El aislamiento de Jerusalén de las tierras palestinas no es fácil. Las familias están separadas. Hay familias desplazadas. Cualquier persona, aunque viva en un área a dos kilómetros de la ciudad de Jerusalén, no puede entrar a Jerusalén para vivir en ella, visitar a sus familiares o ir a un hospital para recibir tratamiento. Además de eso, Cisjordania está sitiada de diferentes formas por varios puestos de control militares y las fuerzas de ocupación pueden cerrar cualquier ciudad palestina en minutos. El intento es controlar la economía y la sociedad. Para obligar a las y los palestinos a adecuarse a su proyecto, dominan los militantes palestinos mediante su encarcelamiento, organizan el cerco financiero creciente y multiples leyes contra el pueblo palestino, controlando así los detalles de la vida palestina. Se intenta acabar por completo con el mercado palestino para dar paso al mercado israelí. Imponen fronteras y pasajes para controlar el comercio exterior e incluso impuestos a los palestinos sobre sus importaciones. Los impuestos son recogidos por las autoridades de ocupación, que son las que controlan su traslado al pueblo palestino bajo diversas condiciones. Estar bajo esta condición impide que el pueblo palestino alcance todo lo que puede.

Además, a diario se producen detenciones y asesinatos en varios lugares. Hay cinco mil presos varones y más de 36 mujeres en las cárceles de las fuerzas de ocupación, algunas de ellas pacientes que necesitan tratamiento médico. Todo eso se inscribe en la estructura de atacar la legitimidad de la causa y la lucha popular palestina. Por supuesto, Estados Unidos y los gobiernos occidentales en general adoptan el discurso sionista contra el pueblo palestino. 

Discriminación durante la pandemia del coronavirus

Las formas de discriminación son brutales en todos los ámbitos de nuestra vida. Existe discriminación incluso en función de la pandemia de coronavirus. Habría que haber cooperación para enfrentarla, pero la discriminación es latente —en la ciudad de Jerusalén ha habido discriminación hasta mismo en los centros de exámenes y muestreo. 

Nuestra realidad es de  violación a los procedimientos necesarios para cuidar la vida en la pandemia. Hay control israelí sobre el ingreso de medicinas, instrumental médico, muestras y todo lo relacionado con eso. En consecuencia, el pueblo palestino tiene una enorme escasez en relación a los exámenes y las demás necesidades relativas a la pandemia. Hay declaraciones del gobierno palestino acerca de cómo la ocupación ha llevado a una propagación de enfermedades más rápida. Ha habido, por ejemplo, casos de trabajadores israelí bajo sospecha de infección colocados en puestos de control sin tratamiento y sin ningún examen.

Toda vida palestina está conectada

Todo ese fenómeno es resultantes de las políticas globales de ocupación, bloqueos y penalidades. El pueblo palestino está sujeto a muchas de estas formas de control. Las sanciones generan crisis económicas y pueden haber sanciones sociales, como la retirada del permiso de residencia del pueblo de Jerusalén, la retirada de permiso de residencia a los hombres que van a la oración, así como les prohíben viajar y visitar a sus familias. Toda vida palestina está conectada, y es por eso que tales castigos se utilizan contra los palestinos y palestinas.

Las mujeres siempre están al frente y soportan el peso de nuestro confronto, ya sea liderando las familias, en los casos de detención familiar, el enfrentamiento a la pobreza y la enfermedad. A pesar de esto, las mujeres palestinas han desarrollado formas de resistencia y confrontación basadas en el retorno a la tierra, en la economía alternativa, familiar y cooperativa. Así, tratamos de enfrentar las formas de opresión y persecución con solidaridad y más autosuficiencia, brindando incluso servicios de salud, psicológicos, sociales y legales.


Lamentablemente, la política interna palestina está basada en la incorporación del sector privado sobre el sector público. Eso también debilita a los sectores progresistas y los pone delante de muchos problemas en el contexto de la pandemia. Hemos preparado un estudio sobre los efectos de la pandemia para las mujeres palestinas en Cisjordania y la Franja de Gaza. Sus resultados indican que el imperialismo, el capitalismo y la política neoliberal,

cuando se combinan en múltiples formas, articulan un esquema que conduce a más persecución y más problemas para los grupos pobres, marginados y para las mujeres.


La violencia ha aumentado, la pobreza se incrementa diariamente en la sociedad palestina y nuestro primer objetivo es liberar a las mujeres de algunos servicios durante la pandemia, especialmente porque la mayoría de ellas no trabaja en el sector privado. Como palestinas, afirmamos la necesidad de enfrentar la ocupación y organizar la solidaridad feminista y progresista ante el imperialismo, el capitalismo y el racismo en el mundo.


Mismo las demandas del movimiento feminista por leyes y políticas para mujeres se enfrentan a severos ataques por parte de las fuerzas tradicionales de la sociedad palestina. Nosotras, las mujeres palestinas, nos enfrentamos a todo. Por eso, somos más fuertes y estamos todas unidas contra el racismo y el colonialismo. Seguiremos luchando hasta que logremos nuestras metas como mujeres: por la completa igualdad, la justicia social, los derechos de nuestro pueblo y por la soberanía sobre nuestras tierras. ¡Gracias!

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Khitam Saafin es dirigente de la Unión de Comités de Mujeres Palestinas (UPWC) e integrante de la Marcha Mundial de las Mujeres. El 2 de noviembre, Khitam fue encarcelada en detención administrativa por las fuerzas de la ocupación israelí. Se esperaba que la libertaran en inicios de marzo del 2021, pero su detención se ha postergado por cuatro meses más. #FreeKhitam.

Este texto es una edición de la intervención de Khitam Saafin en el webinario “Luchas feministas antiimperialistas contra la militarización, las guerras y sanciones”, organizado por la Marcha Mundial de las Mujeres el día 7 de octubre de 2020.

Traducido del árabe por Indra Seixas.

Revisado por Helena Zelic

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