Algo que tiene la comunicación feminista y popular es este aprender constantemente con el intercambio entre nosotras. Radio Mundo Real es un medio de comunicación que hace parte de Amigos de la Tierra Internacional. Y, en esa tarea del intercambio, en esa visión hacia lo colaborativo, ha sido fundamental la construcción de confianza en el recorrido de casi dos décadas junto a la Marcha Mundial de Mujeres y, ahora, también junto a Capire.
La Marcha Mundial de las Mujeres ha sido clave para pensar el marco de Justicia de Género y Desmantelamiento del Patriarcado de Amigos de la Tierra Internacional. También ha sido clave para pensar la comunicación popular desde Radio Mundo Real. Hoy, para nosotras, Capire es una gran referencia.
Nuestro trabajo conjunto viene desde hace un tiempo, y se ha fortalecido gracias a varias cuestiones. Es siempre bueno poder recordar y hacer un poco de historia. La historia siempre es buena para traernos al presente y saber, por ejemplo, que trabajamos juntas en la Convergencia de Medios, el 2012. En la Convergencia, ya habían quedado acordadas lógicas colaborativas. La colaboración entre medios es una cuestión esencial para la comunicación popular. Ese camino se fue profundizando y afianzando hasta el día de hoy. Actualmente, desde el 2015, estamos juntas en la Jornada Continental por la Democracia y contra el Neoliberalismo.
Después de ese breve recorrido, que me parece importante para situar donde estamos hoy, traigo algunos puntos o ítems que hemos construido juntas en este recorrido y que no podemos perder de vista. Tenemos que tenerlos presentes y trabajarlos a la hora de plantearnos las estrategias en la comunicación feminista y popular. Como hemos visto, hay cosas que ganamos, pero no podemos distraernos. Cuando nos distraemos, empezamos a perder muchas de las cuestiones sobre las que hemos avanzado. Siempre hay reacción a lo que hacemos, esperando que nos distraigamos. Entonces comparto una lista con ocho puntos que considero importantes para nuestro trabajo como comunicadoras:
#1 Perspectiva feminista transversal
Para no perder de vista la estrategia política en la comunicación feminista y popular, uno de los principales desafíos sigue siendo imprimir una perspectiva feminista y territorial a todos los temas que toquemos, sean temas económicos, políticos, culturales, ambientales, electorales o de la cotidianidad. Es importante subrayar que es nuestro desafío, aunque tengamos avanzado mucho. Si trabajamos en eso, poniendo nuestro esfuerzo y nuestra atención, trataremos de no reducir la participación de mujeres, disidencias y diversidades sexuales a solo un ámbito o campo de acción, sino ampliarlo y mostrarnos en todas las esferas políticas.
#2 Empatía para visibilizar violencias
Lograr mostrar y visibilizar las diferentes capas de vulneraciones y violencias que recaen sobre los cuerpos de las mujeres y disidencias, sobre todo en las bases de la sociedad. Es un ejercicio de empatía: entender que, dentro de los sistemas patriarcales y neoliberales, son varias las capas de vulneraciones que podemos ver –la del machismo, colonialismo, racismo, elitismo, capacitismo, adultocentrismo, gerontofobia, gordofobia o gordoodio, y así podemos seguir sumando. Ese me parece ser un ejercicio fundamental para la comunicación feminista y popular.
#3 Mirar hacia el poder
Entender que detrás de todo conflicto hay relaciones de poder. El sistema patriarcal tiene, esencialmente, relaciones de poder asimétricas e injustas sobre las mujeres. No mostrar una causa única detrás de lo que reportamos.
#4 Sumar voces populares
Sumar voces, poner en juego conocimientos y experiencias del campo de lo popular, de las bases. No sostener siempre las mismas voces y fuentes que ya están consolidadas. Para ampliar, además de las tantas voces que podemos poner en juego, como de analistas, técnicas y estudiosas, las voces populares son las esenciales, las que efectivamente hacen sentido a la comunicación popular. A partir de eso, podremos denunciar, a través de historias particulares y experiencias personales, una realidad estructural y sistémica. Porque lo personal es político. Es decir: salir de contar casos aislados para poder contar una historia que representa o es consecuencia de un gran sistema.
#5 Comunicar para transformar
Narramos las desigualdades estructurales de nuestras sociedades, no solo para informar o generar contenidos, sino para que algún día dejen de existir. Esto se debe ver reflejado en el tono de nuestra comunicación. Nosotras comunicamos, narramos historias, contamos realidades para transformar. Nuestro objetivo no es solo la información, sino que es la transformación, la alerta, la denuncia. Nosotras tenemos el gran desafío de abarcar además varias regiones (algo que Capire hace muy bien), y que las personas se adueñen de los proyectos comunitarios de comunicación, que se identifiquen, que sean parte.
#6 Mostrar las luchas desde la dignidad y no desde la victimización
Tenemos que hacer el esfuerzo de no caer en la victimización, sino que mostrar las luchas. Las luchas que llevan las mujeres muchas veces son duras, no son para nada alegres. Pero tenemos que hacer el ejercicio de mostrarlas desde la dignidad, que es, finalmente, lo que da la lucha. Es la dignidad por querer transformar aquello que no está para nada bueno, y que puede ser bastante duro de escuchar y ver.
#7 Hacer una comunicación colectiva
La comunicación feminista y popular siempre debe ser colectiva. Es la manera en que puede ser. Creo que los cambios coyunturales y las luchas que hemos dado a nivel de los feminismos nos abrieron un montón de puertas, y ahora tenemos la oportunidad –que se nos negó durante mucho tiempo– de intercambiar, articular, coordinar, pensar y hacer juntas. Es la posibilidad de conocernos, apoyarnos, difundirnos, recomendarnos y consultarnos desde el amor, el cuidado y la rebeldía del feminismo popular. La comunicación en red es tejedora de posibilidades.
#8 Traer la memoria feminista y popular
La construcción de la memoria también ha sido machista, blanca y capitalista. Tanto en el feminismo popular como en la comunicación, necesitamos entendernos como parte de una historia. La memoria feminista y popular es imprescindible. Siempre cito una investigación hecha por la compañera María Noel Sosa González, que se llama “De la orfandad al linaje”. Eso significa no entendernos como huérfanas, sino como participantes de una historia. Existe una historia de la comunicación popular y feminista. Tenemos que buscarla, traerla, recordarla, reconocer ese camino, quienes lo abrieron y cómo llegamos hasta acá. Siempre me parece muy importante ir sobre los pasos que ya caminaron otras para, entonces, poder transformar hacia adelante.
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Valentina Machado es activista feminista, licenciada en Ciencias de la Comunicación y diplomada en Gestión de Medios Sociales. Integra el colectivo de comunicación Radio Pedal y el equipo de Comunicación de REDES – Amigos de la Tierra Uruguay. Es periodista en Radio Mundo Real.
Este artículo es una edición de su ponencia en el webinario “Estrategias políticas de comunicación feminista y popular”, organizado por Capire en 05 de julio de 2022. También puedes leer o escuchar las ponencias de Ama Pratt, Anuka Vimukthi y Marilys Zayas.