Euskal Herria: revolucionar los cuidados para cambiarlo todo

12/05/2023 |

 Ainhoa Olaso Sopela

Las mujeres vascas están en campaña permanente por políticas feministas de cuidado

Cuando estalló la pandemia, diferentes agentes y miembros del Movimento Feminista de Euskal Herria creamos una coordinadora para poner la problemática de los cuidados en el centro de la agenda. Estábamos ante un momento crítico al menos en dos sentidos. Por un lado, había un riesgo enorme de que el COVID-19 acelerara la crisis de cuidados que ya denunciábamos desde los feminismos. Por otro, se abría una oportunidad para interpelar a las instituciones y exigir cambios radicales en el modelo de organización de los cuidados y, más aún, en el sistema capitalista heteropatriarcal y colonialista que tenemos. Además, veíamos que era un momento clave para crear un punto de inflexión en la sociedad en términos de concienciación en torno a los cuidados. En ese momento crítico, necesitábamos crear alianzas fuertes y visibles para “meter feminismo ante la pandemia”.

Desde el principio, la ambición de la coordinadora fue sacar a la calle y aterrizar lo teorizado y meditado en estos últimos años en el movimiento. Así, en febrero de 2022 organizamos unas jornadas. Partimos de poner en valor la genealogía feminista con respecto a los cuidados, como marco y como prácticas concretas.

Desde esta genealogía, entendemos que los cuidados son la base para una vida digna: no son algo puntual ni coyuntural sino que son necesarios en todos los momentos y todos los ámbitos de la vida. 

Los cuidados son imprescindibles para la sostenibilidad de nuestros cuerpos y nuestras comunidades, es decir, para mantener y gestionar la vida, el bienestar y la salud. El debate sobre qué son los cuidados y cómo queremos organizarlos es profundo y consta de múltiples aristas. Tenemos claro que cambiar la concepción y el modelo de cuidados supone transformar la organización social actual. Así, los cuidados constituyen una palanca única para la transformación social, tienen un potencial político enorme.

Sin embargo, el actual régimen de cuidados es injusto, desequilibrado y limitado. Más allá de los contextos temporales y territoriales, somos las mujeres* las que sostenemos la vida, y lo hacemos de manera desigual, en condiciones de explotación y precarización. Ante esto, desde los lugares de privilegio (poderes políticos y económicos, instituciones públicas, empresas privadas, hombritud, blanquitud…), tiene lugar una sistemática evasión de la responsabilidad de cuidar. Por ello, definimos los cuidados como algo situado que, además, tiene una estructura dual y necesita ser abordado en su integralidad, desde una mirada sistémica.

Lo que hicimos fue comenzar a imaginarnos cómo podría funcionar el sistema de cuidados para responder a las necesidades en distintos momentos y circunstancias del ciclo vital.

Hablamos de diversidad funcional, envejecimiento e infancia. Pero queríamos ir más allá de estos momentos y circunstancias (a los que a menudo se limita la mirada a los cuidados) para ser coherentes con el planteamiento de que los cuidados son algo que nos afecta a todas las personas, todos los días. Por eso, nos preguntamos también qué pasa con los cuidados a lo largo de la vida.

Debatimos a partir de cuatro vías estratégicas de transformación: colectivizar, revalorizar, profesionalizar, y avanzar hacia un modelo de cuidados emancipador. Finalmente, marcamos la necesidad de un ciclo de movilizaciónes en una agenda común. Con todo el contenido, las revindicaciones y la agenda estratégica común, generamos un dossier y lo publicamos para poder trabajar sobre el contenido en cada pueblo y asamblea feminista.

Tras el encuentro, en otoño de 2022 celebramos asambleas abiertas por territorios en las que marcamos que necesitábamos un acuerdo sobre cuidados, poniendo en la agenda la proposición de una huelga feminista general para socializar esto. Así que presentamos la dinámica “Denon Bizitzak Erdigunean” (“todas las vidas en el centro”, en euskera) en febrero del 2023, retratándola como un proceso a medio y largo plazo, con la ambición de provocar una transición social en Euskal Herria.

Nuestra ambición es conformar un acuerdo de país, un acuerdo social. Para ello, estamos generando alianzas, apoyo y la colaboración de los agentes sociosindicales de Euskal Herria para sumarse al proceso y, por tanto, formar parte de ese acuerdo. Exijimos un derecho colectivo al cuidado. Apostamos por el derecho de todas las personas, a lo largo de toda la vida, a dar y recibir cuidados en condiciones dignas y desde el compromiso. Esto va mucho más allá de las situciones de dependencia, e implica la capacidad de decisión sobre cuanto, cómo y a quien queremos cuidar, bien como cuanto, cómo y por quien queremos ser cuidadas, entendiendo este derecho de forma colectiva y no individualizada.

El 23 de abril de 2023, nos juntamos más de 200 compañeras en una asamblea nacional, con representaciones de feministas de diferentes pueblos de Euskal Herria. Seguimos decidiendo y definiendo la ruta por donde caminamos. Vamos sumando aportaciones para lograr un acuerdo de todas y con ello interpelar a los gobiernos vasco y navarro (Euskal Herria está dividido institucionalmente). El paraguas de este acuerdo será el derecho colectivo al cuidado. Con estas reivindicaciones convocaremos una huelga general feminista para este otoño-invierno para que nuestras demandas tengan eco.


 Realmente queremos materializar esas reivindicaciones, queremos crear convenios. Para ello, se organizarán mesas de negociación con diferentes agentes feministas, para reunirse con los agentes políticos que aludan en la competencia. Paso a paso, iremos identificando las urgencias y los cambios institucionales, siempre teniendo el acuerdo social como horizonte hacia un sistema de cuidados público y comunitario vasco.

En todo este camino, interpelaremos no solo hacia las instituciones, sino también a las personas que tienen el privilegio de no tener que cuidar. Será imprescindible garantizar el liderazgo del movimiento feminista en todo el proceso. Las alianzas y los cruces de las luchas serán lo que nos hará más fuertes.

Ainhoa Olaso Sopela nació en 1996 y es militante del movimiento feminista de Euskal Herria.

Edición por Helena Zelic

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