Economía feminista y justicia ambiental: alianzas para resistir ante los ataques del capital

02/08/2025 |

Capire e RMR

Este texto sintetiza los debates de la sesión de clausura del ciclo de formación de Amigos de la Tierra Internacional sobre la economía feminista

Los debates que se presentan a continuación tuvieron lugar en el ciclo de formación sobre economía feminista y justicia ambiental. Organizado por la Marcha Mundial de las Mujeres (MMM) de Brasil, en colaboración con el grupo de Justicia de Género y Desmantelamiento del Patriarcado de la federación Amigos de la Tierra Internacional (ATI), estuvo dirigido a miembros de la federación de todas las regiones del mundo.

Capire y Radio Mundo Real publican las síntesis de los debates celebrados en este proceso, con el fin de recoger la memoria de lo aprendido y compartir las ideas con un público más amplio, fortaleciendo así las alianzas. En el texto anterior, publicado en junio de 2025, recogimos las reflexiones de los dos primeros módulos del ciclo de formación, en los que se introdujo el concepto de economía feminista y los grupos pudieron compartir sus experiencias, prácticas y desafíos.

Los encuentros reafirmaron ideas clave de la economía feminista, que no se concibe solo como una construcción teórica, sino como una herramienta de lucha antisistémica, que se activa de manera conjunta en los procesos de alianza. Por ello, a diferencia de la sesión anterior, que contó con las ponencias Tica Moreno y Sophie Ogutu, militantes de la MMM, la sesión final se desarrolló de forma más participativa, con el objetivo de explorar posibles vías para profundizar la economía feminista en la agenda de Amigos de la Tierra Internacional.

Introducción a los debates de la economía feminista

Al recuperar los contenidos trabajados anteriormente, la militante de la MMM Natália Lobo expuso: “hablamos un poco de las críticas que la economía feminista hace a la economía clásica capitalista. Para nosotras, cuando hablamos de economía feminista, hablamos de una economía de ruptura con el sistema capitalista, que no sólo quiere organizar la producción en el sistema económico de otra manera, sino que también piensa en el rol de la reproducción en este sistema económico”.

Natalia también compartió las propuestas de transformación desde la economía feminista: “proponemos que la reproducción debe tener otro grado de importancia en la manera en que pensamos la economía, pues en verdad el centro de la economía está en los trabajos que garantizan la reproducción de la vida”. Su conclusión es que, “por lo tanto, el aporte de la economía feminista es que la sostenibilidad de la vida debería ser el centro del sistema económico y no las ganancias económicas de las empresas transnacionales y de unos billonarios, como es hoy”.

También se abordaron temas de la economía feminista como la interdependencia y la ecodependencia, que están estrechamente relacionados con la lucha por la justicia ambiental y la defensa de una relación armoniosa con la naturaleza, que solo puede lograrse si se pone fin a los ataques del capital contra los territorios: “Somos naturaleza y dependemos de la naturaleza. Por lo tanto, el sistema económico no podría mirar a la naturaleza como una externalidad”, afirmó Natália.

Economía feminista para la justicia ambiental

Esta última sesión se basó en las agendas de los cuatro programas de Amigos de la Tierra Internacional, que son: Justicia Climática y Energía; Justicia Económica y Resistencia al Neoliberalismo; Soberanía Alimentaria; y Bosques y Biodiversidad. Las personas participantes debatieron los posibles puntos de intersección de la economía feminista con esos programas.

La participante Mariana Porras, por ejemplo, relacionó los principios de la economía feminista con la situación de su país, Costa Rica, en donde la institucionalidad pública está siendo desmantelada, en donde se quiere mercantilizar y privatizar los bienes comunes”. Para ella, la economía feminista es una herramienta de lucha. “No es sólo mencionarlo como un principio, sino que también tenemos que hacer que la gente lo entienda y lo adopte. Es un trabajo que necesita mucho intercambio, articulación, herramientas de comunicación”. 

Ana María Vázquez, de El Salvador, compartió sus reflexiones sobre cómo la economía feminista ya está presente en el trabajo de ATI: “nuestro trabajo, siendo activistas y estando activas y activos en todos los grupos de la federación, también es parte de la economía feminista”. Para ella, hay que “centrarse en que el cuidado sea reconocido como trabajo y se sostenga”, incluso en el cuidado realizado dentro de las organizaciones políticas.

Natalia Salvático, de Argentina, también afirmó la presencia de la economía feminista en la federación: “tengo la sensación de que la coincidencia del trabajo que hacemos con los principios de la economía feminista es total, en el sentido del conflicto capital-vida, que no es ni más ni menos que el ataque del capitalismo al ambiente, la ecodependencia, la interdependencia. Poner la sostenibilidad de la vida en el centro es también lo que sostenemos desde el movimiento ambiental, estar atentas a las trampas de apropiación de las instituciones por empresas transnacionales y construir alianzas”. Uno de los debates que ha cobrado fuerza es el de una transición justa feminista, que plantea una profunda reorganización del modelo energético.

“Yo creo que la economía feminista nos permite referirnos más allá de la frontera de nuestra propia lucha”, dijo Natalia Carrau, del Grupo de Trabajo sobre Justicia de Género y Desmantelamiento del Patriarcado. “Discutir la economía desde una perspectiva feminista no sólo visibiliza quiénes son las que hacen posible la economía para la vida y no la economía para el lucro, sino que también nos hace tejer puentes con otras luchas que no son las nuestras inmediatas propias, pero son las de otros pueblos, en otros países o sectores de la sociedad”, afirma, posicionando la economía feminista como una herramienta de articulación.

Los debates también abordaron la comunicación, reflexionando sobre posibles estrategias para ampliar el alcance de la propuesta de la economía feminista y la crítica al conflicto entre capital y vida. “La economía feminista nos ofrece una mejor comprensión, un mejor lenguaje para conectar el desmantelamiento del patriarcado y también el desmantelamiento del colonialismo y el capitalismo”, propuso Ghislaine Fandel, de Amigos de la Tierra Internacional. La propuesta de una transformación radical del trabajo y la organización de la vida es especialmente relevante en tiempos de mayor escepticismo, reflexionaron las participantes:

Os debates também passaram pela comunicação, refletindo sobre estratégias possíveis para ampliar o alcance da proposta da economia feminista e da crítica ao conflito capital-vida. “A economia feminista nos dá uma compreensão melhor, uma linguagem melhor para conectar o desmantelamento do patriarcado e o desmantelamento também do colonialismo e do capitalismo”, propôs Ghislaine Fandel, de Amigos da Terra Internacional. A proposta de uma transformação radical do trabalho e da organização da vida é especialmente relevantes em tempos de mais descrença, refletiram as participantes: “A veces resulta aterrador ver cómo, para algunas personas, es más fácil imaginarse un mundo con devastación ambiental, colapso climático y violación permanente de los derechos humanos que un mundo sin capitalismo y en el que existan estas economías alternativas”.

Redacción de Helena Zelic, con la colaboración de Mercedes Eguiluz y Natalia Carrau
Traducido del portugués por Luiza Mançano

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