En este Día del Orgullo LGBT+, compartimos las voces de militantes feministas de Guatemala, Alemania y Estados Unidos. Desde la realidad de cada territorio, revelan los vínculos existentes entre la agenda política LGBT+ y las agendas de sus movimientos. Desde allí, señalan caminos para una profunda transformación social, basada en la igualdad, la sostenibilidad de la vida y la libertad de ser lo que se quiere ser.
En el video, Kitzia Esteva, integrante de Grassroots Global Justice (GGJ) y de la Marcha Mundial de las Mujeres en Estados Unidos, dice que ser una persona LGBT+ y militante de los movimientos populares “significa confrontar el patriarcado, la homofobia y transfobia y la binaridad de género no solo a nivel personal, sino también sistémico. Significa crear espacios, en nuestro trabajo de construcción de movimiento y comunidad, para la diversidad. Significa una incansable convicción de que debemos abolir los sistemas de criminalización, las cárceles, la policía y la milicia”. Cuando los movimientos son espacios de libertad y diversidad, se abre el camino hacia nuevas formas de relación más igualitarias, basadas en el cuidado y el apoyo mutuo.
Paula Gioia, de La Vía Campesina Europa, asevera que las personas LGBT+ no son sólo cuerpos diversos, sino “sujetos políticos que forman parte de una comunidad global y que históricamente han sido objeto de discriminación”. Por lo tanto, es necesario buscar ejes de integración entre las agendas políticas feministas y anticapitalistas y las reivindicaciones de la comunidad LGBT+ por la libertad de ser. Para Sandra Morán, de la Marcha Mundial de las Mujeres y de la Alianza Política Sector de Mujeres de Guatemala, uno de los caminos hacia esta integración ya se está trazando en su país desde la propuesta de un proceso constituyente, con “reconocimiento a los derechos de las mujeres, los derechos a la diversidad y el Estado plurinacional”.
Mira el video completo a continuación: