Una línea de ayuda en seguridad digital dirigida por feministas en Brasil

22/11/2023 |

Por MariaLab

La organización feminista MariaLab ofrece asistencia de emergencia en seguridad digital a mujeres, personas LGBT+ y organizaciones latinoamericanas

En los últimos años, organizaciones feministas de todo el mundo han alertado sobre el aumento de la violencia online hacia cuerpos disidentes. Hemos sentido hostilidad, humillación y persecución por parte de mujeres, personas trans, LGBTQIAPN+ y organizaciones que trabajan por la defensa de los derechos humanos en el entorno digital. Esta persecución ocurre tanto para difamar su agenda como para cuestionar la narrativa, imponiendo un ambiente hostil y lejos de ser seguro.

Es en este escenario donde entra MariaLab, una organización feminista que actúa en la intersección entre género, raza, política y tecnologías, sean digitales o no. En MariaLab promovemos una discusión tecnopolítica que permite repensar el uso y el diseño de tecnologías que puedan estar al servicio de nuestros movimientos.

Durante los últimos años, MariaLab ha estado recibiendo solicitudes de ayuda de mujeres, organizaciones de la sociedad civil y personas de la comunidad LGBTQIAPN+ para atender demandas de emergencia en materia de seguridad digital. Las solicitudes de ayuda aumentaron significativamente durante y después de la pandemia de Covid-19, incluso debido al aumento de la virtualización, que impuso nuevas vulnerabilidades de seguridad debido al desconocimiento sobre cómo protegerse en el entorno online. Personas han sido víctimas de trampas, clonación, violencia de género (incluso durante campañas políticas), entre muchas otras formas de violencia.

Se hizo urgente poner en marcha un viejo proyecto: la creación de una línea de ayuda, un servicio online gratuito y seguro para que las personas pudieran contar con una asistencia humana, feminista que busca desarrollar habilidades para la autonomía de las personas. Así nació Mariad’Ajuda, la primera línea de ayuda feminista y brasileña para asistencia en emergencias digitales, que opera en 3 ejes: seguridad digital para las redes sociales – recomendaciones específicas para cada acogida en casos de pérdida de cuenta, ataques de odio, acoso, entre otras amenazas digitales; seguridad digital organizacional – recomendaciones para estrategias de mitigación de daños en casos de ataques a las infraestructuras digitales de las organizaciones u otras formas de amenazas digitales según el contexto; represión, persecución y censura – estrategias de protección y cuidado ante amenazas y ataques inminentes contra activistas, movimientos sociales y organizaciones defensoras de los derechos humanos. Otros tipos de amenazas digitales, que no figuran en ese listado, se analizan individualmente para encontrar la mejor manera de acogerlas.

No nos enseñaron que protegernos en internet garantiza un uso más saludable de las tecnologías.

Maria d’Ajuda quiere cambiar eso, una atención a la vez. Toda la asistencia se realiza online, a través del correo electrónico sos@mariadajuda.org y con reuniones virtuales entre el equipo de acogida y la persona acogida. Las asistencias se construyen a partir de una metodología feminista de acogida que trabaja con la escucha activa y promueve la autonomía de las personas en relación con su seguridad digital. Durante la asistencia se realiza un proceso educativo sobre cuidados digitales, para brindar mayor confianza en el uso de internet.

El escenario de la violencia digital

Históricamente, las mujeres y los cuerpos disidentes son blanco de diferentes tecnologías y políticas de control, ya sea a través de tecnologías reproductivas, legislaciones discriminatorias en materia de género, sexualidad y raza, limitaciones al acceso al conocimiento, entre muchas otras. En el desarrollo y aplicación de tecnologías digitales, esto no es diferente. Por ejemplo a través del deepfake, una inteligencia artificial que pone el rostro de una persona en el cuerpo de otra, provocando que mujeres y personas LGBTQIAPN+ tengan sus rostros vinculados a los cuerpos de actrices y actores de la industria del cine para adultos, o incluso Aplicaciones Espías que son una tecnología de vigilancia que anuncia la posibilidad de que usted monitoree la “fidelidad” de la persona con la que mantiene una relación, teniendo acceso a ubicación, cámara, mensajes, entre otros. Del mismo modo que aparecen cada vez más formas de control de los cuerpos, incluso a través de la violencia.

Algunos ejemplos de violencia digital, con fuerte enfoque de género, raza y sexualidad entre sus blancos, son: la difusión no consentida de imágenes íntimas con la intención de humillar, exponer, avergonzar a alguien mediante la difusión de imágenes íntimas; el discurso de odio; la vigilancia electrónica (o espionaje); la extorsión, es decir, “la amenaza de revelar imágenes íntimas para obligar a alguien a hacer algo – ya sea por venganza, humillación o extorsión financiera”, tal como la define la asociación SaferNet; ciberbullying (o acoso virtual); perfiles falsos; acecho online (ciberacoso); y censura o control en el entorno digital, que consiste en impedir que una persona tenga acceso a sus medios digitales mediante el cambio de contraseñas de redes sociales, eliminación de perfiles, hackeo de cuentas de correo electrónico, etc.

Puedes sumergirte en el tema de la seguridad digital y la tecnopolítica

Nuestras prácticas en MariaLab están influenciadas por diversas elaboraciones del movimiento feminista y de la defensa de los derechos humanos, como la propia Marcha Mundial de las Mujeres, que desarrolló una increíble serie sobre la Crítica Feminista al poder corporativo – el tercer episodio, llamado “La digitalización”, trae importantes reflexiones sobre el carácter político de la tecnología, a través de una lectura feminista popular de los impactos en nuestros territorios, como la minería, el monitoreo, entre otros.

También recomendamos la Biblioteca online de MariaLab, centrada en seguridad digital para activistas y otros contenidos para defensores de derechos humanos. En el Instagram de Mariad’Ajuda hay contenido sobre la línea de ayuda y seguridad digital para compartir con su red. También recomendamos el hermoso sitio web Prato do Dia, de la Red Transfeminista de Cuidados digitales, que establece un paralelo entre cuidados digitales y seguridad alimentaria, y que está disponible en portugués, español e inglés. Además, Simone Browne tiene un texto importante sobre la vigilancia biométrica y sus paralelos con la vigilancia colonialista durante la esclavitud.

Para conocer más sobre el trabajo de MariaLab, recomendamos participar en el Podcast Tecnopolítica. Existen iniciativas similares a nuestra línea de ayuda en otras partes del mundo, como Luchadoras (México), Access Now (Global) y Navegando Libres (Ecuador).

Las acciones de las feministas en Internet están fuertemente influenciadas por ataques al honor, al movimiento, a nuestras principales agendas, a las activistas. Maria d’Ajuda quiere ser otro brazo de la lucha feminista en tiempos en los que nos necesitamos unas a otras para afrontar las amenazas digitales de una manera acogedora y que impulse la autonomía.

El escenario es cada vez más complejo en relación con nuestras actividades en línea, más aún en un momento en que Internet atraviesa muchos ámbitos de nuestras vidas y es escenario de intensas disputas sobre formas de ser y vivir. Como bien sabe el movimiento feminista, nuestra protección debe ser en diferentes ámbitos para que sea integral. Nuestra protección debe permear un pacto colectivo de cuidado y transmisión de conocimientos entre nosotras, para que pueda construirse de manera consistente y duradera. Cada vez que una compañera, compañere, colectivo u organización toma una iniciativa para estar más segure en internet, es necesario reflexionar sobre cómo esta mayor seguridad sólo se logrará colectivamente: con el compromiso del mayor número de personas que están luchando durante el proceso de cambio cultural en el uso de las tecnologías.

Construir la Internet que queremos es un ejercicio conjunto para pensar y repensar nuestras acciones en ella y cómo esto impacta al movimiento en su conjunto.

Las feministas tenemos un papel fundamental para pensar ese futuro de la internet, que tiene como pilares el cuidado, el afecto, la educación, el análisis interseccional, el respeto al medio ambiente, las múltiples generaciones unidas, los territorios, las culturas, las redes entre personas, la acogida y mucho más que aún no lo sabemos, pero nos atreveremos a construir juntas.

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Traducido por Aline Lopes Murillo

Edición por Bianca Pessoa e Helena Zelic

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