La primera edición presencial de la Escuela Internacional para la Organización Feminista Berta Cáceres (IFOS) para Facilitadoras, con la presencia de 75 militantes de 26 países, ocurrió en el Centro Ecosol, en Honduras, entre el 5 y 9 de agosto de 2024. La propuesta de la Escuela de Facilitadoras es ampliar y profundizar perspectivas y metodologías feministas para desarrollar capacidades de formación política e incentivar la organización de escuelas regionales y locales.
La Escuela también fue un momento importante para fortalecer alianzas entre organizaciones y movimientos populares que construyen este proceso de formación. Participaron representantes de movimientos y articulaciones continentales como Alba Movimentos, Amigos de la Tierra América Latina y el Caribe (Atalc), la Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas (CSA) y la Marcha Mundial de las Mujeres de varios países. También estuvieron presentes feministas que forman parte de organizaciones nacionales o locales, vinculadas al ambientalismo, al sindicalismo, a la economía feminista, a la soberanía alimentaria, al movimiento negro y migrante, entre otras.
Desde la apertura de la Escuela, en este colectivo se reaviva la memoria de Berta Cáceres, que da nombre a la escuela, y de Nalu Faria, una de sus fundadoras. La mística inicial trajo prácticas espirituales mayas de saludo a los ancestros, a los puntos cardinales y a los cuatro elementos de la naturaleza. También durante la apertura, la coordinadora de IFOS, Sandra Morán, recordó las enseñanzas de Nalu al compartir que, si no sentimos mariposas en el estómago al inicio de algo nuevo, debemos preocuparnos. “Necesitamos aprender y también desaprender. Las mariposas en el estómago vienen de saber que no estamos del todo preparadas, que vamos a aprender del proceso”, explicó Sandra.
Formación en proceso y en movimiento
El proceso de creación de la IFOS comenzó en 2018. Desde entonces, uno de sus principales enfoques ha sido la reflexión sobre la construcción de un sujeto político feminista, capaz de interpretar la realidad, proponer un proyecto político alternativo y autoorganizar las mujeres para esa transformación.
Esta reflexión surge desde la comprensión de los sistemas de opresión y de construir la economía feminista como herramienta central de este proyecto político. “La economía feminista es diversa y asume nuevas propuestas según el territorio, pero es importante identificar cómo se conjugan esas propuestas”, afirmó Sandra. Así ella señaló una importante conexión entre las diferentes luchas de las mujeres en todo el mundo, que se encuentran en la rebeldía contra la explotación capitalista, racista y patriarcal. Según ella, Cuba y Venezuela son ejemplos de pueblos que practican estas propuestas políticas y que deben inspirarnos a diario.
Durante la Escuela para Facilitadoras, las participantes buscaron profundizar perspectivas sobre la educación popular desde el feminismo popular decolonial. Este es un movimiento colectivo y amplio, posicionado para reivindicar la autonomía de las mujeres sobre sus cuerpos y sexualidades, el cuidado de la naturaleza y la fuerza de una propuesta política capaz de reorganizar la sociedad. Las metodologías utilizadas y la forma en que se debaten los temas construyen el saber feminista que proviene de diferentes territorios y experiencias de lucha.
Sujeto político: feminista, popular y diverso
Carmen Díaz, que integra la comisión metodológica de la escuela, sostiene que la Escuela es nuestra universidad: “Somos seres epistémicos, es decir, estamos produciendo conocimiento. No necesitamos títulos. Necesitamos sólo reconocer nuestra capacidad de concepción de pensamiento. No se puede separar el pensar, el sentir y el teorizar. Esto nos permite apropiarnos de lo que significa construir un sujeto político, emancipador, feminista, popular. Este sujeto político se construye en el feminismo popular, un movimiento que conecta las realidades locales y globales. “Tenemos capacidad epistémica y creatividad. La capacidad epistémica solo se reconoce en las universidades, pero también estamos construyendo conocimiento”, agrega Sandra.
El sujeto político feminista se fortalece cuando evidencia que, además de colectivo, está en permanente construcción. Es un sujeto formado y alterado por el cotidiano en su diversidad, pero capaz de unirse en la lucha contra el sistema capitalista, patriarcal y racista. Los debates en la Escuela sacaron a la luz la necesidad de articulación y fortalecimiento entre los movimientos populares, con visión internacional, una estrategia fundacional de la Marcha Mundial de las Mujeres. En países marcados por un autoritarismo muy intenso, las mujeres luchadoras a menudo se sienten solas, aisladas. Espacios internacionalistas como el de la IFOS crean posibilidades de habla y escucha, así como de alianzas que fortalecen y protegen a las mujeres en los territorios. La Escuela no es sólo un encuentro o un evento puntual, sino un proceso que contribuye al fortalecimiento del movimiento feminista internacionalista.
Las guías metodológicas
En entrevista para la Rádio Mundo Real, María de los Ángeles, del Movimiento de Afectados y Afectadas por Represas de América Latina (MAR), habla sobre la metodología feminista implementada en la IFOS. “Esta concepción político-pedagógica de la educación popular desde su metodología se apoya en un conjunto de principios que rescatan mucho la construcción colectiva del conocimiento, el diálogo de saberes desde la diversidad, buscan descolonizar las subjetividades y aquellos patrones educativos eurocéntricos, patriarcales, coloniales que están instalados en nuestra actuación. Decimos que lo metodológico transversaliza la generación de aprendizajes emocionales significativos que forman parte de nuestro pensar, sentir y actuar”, dice ella.
Las metodologías y herramientas desarrolladas a lo largo de las ediciones virtuales de la IFOS se sistematizaron desde una perspectiva de formación popular. Hoy ellas constituyen una especie de «caja de herramientas» para la realización de nuevas ediciones de la Escuela. Estas no son recetas preparadas e inmutables, son orientaciones e instrumentos para facilitar la educación popular feminista, cuyo objetivo es construir movimiento.
“Este proceso de los diseños metodológicos se aprende haciéndolo. Es difícil tener toda la teoría aquí en la cabeza, sino en la medida que lo trabajemos vamos a ir colocando más dudas, más preguntas, y de pronto algunas resoluciones” comparte Verónica del Cid, de la Red Mesoamericana de Educación Popular (Rede Alforja). Estas metodologías y herramientas apoyan la construcción de un proyecto anticapitalista, feminista y popular para cambiar el mundo y la vida de las personas desde una propuesta política que involucra redes de cuidado y afecto que nos sostienen y nos mantienen en la lucha.
Entre las tareas necesarias para realizar la formación feminista se discutió el trabajo de síntesis, que puede realizarse en diferentes formatos y lenguajes. También puede ser un trabajo compartido, lo que evidencia la importancia de la memoria de los procesos organizativos feministas.
Las herramientas compartidas, desarrolladas o profundizadas en la Escuela apoyan la comprensión y elaboración de ejes temáticos basados en la identificación y en el enfrentamiento de los sistemas de opresión. Estos ejes se relacionan con recuperar el protagonismo en la historia de lucha de las mujeres y de los pueblos, así como los contextos de lucha popular y rebeldías feministas. A partir de un proyecto político emancipatorio, buscan fortalecer la construcción del sujeto político feminista popular.
Durante la Escuela, se organizó un foro con participaciones presenciales y en línea. En él, representantes de diversos países y continentes compartieron sus puntos de vista sobre el crecimiento de la extrema derecha en los procesos electorales locales. Las compañeras africanas fueron protagonistas de este foro y relataron situaciones de violencia y disputa en la región. Así, las participantes establecieron vínculos entre sus territorios y debatieron el papel de las guerras, los conflictos armados y otras formas de avance del capital sobre los cuerpos y territorios de las mujeres.
La caja de herramientas discutida durante esta edición de la Escuela de Facilitadoras está compuesta por metodologías que expresan el camino pedagógico de la IFOS. Parte de la metodología incluye el diálogo y el reconocimiento de diferencias y tensiones en la construcción política compartida. Como explica Verónica, una característica de ese proceso es dialogar con la diversidad de los movimientos populares y superar las contradicciones para fortalecer la capacidad de organización, movilización y lucha: “la contradicción se provoca metodológicamente, se reconoce, se valora que no pensemos igual porque eso es motor para nuevo conocimiento”.
