El 5 de noviembre, Culture Égalité, una organización feminista de Martinica, celebra y recuerda el cumpleaños de Lumina Sophie, una de las lideresas de la Insurrección del Sur, una revuelta contra la esclavitud y los prejuicios contra las personas negras en el país. A su memoria, publicamos un recorte de la publicación Karbé Fanm n°2, Lumina conocida como Sorpresa [Karbé Fanm n°2, Lumina Sophie dite Surprise], una edición conmemorativa del 150º aniversario de la Insurrección del Sur en Martinica, publicada en 2021. Aparte del texto que cuenta esta historia, la organización ha publicado un mapa multimedia interactivo titulado Sobre las huellas de Lumina, que se puede consultar en este enlace. Conoce la historia de Lumina a continuación.
Lumina Sophie conocida como ¡Sorpresa!
Nació en la ciudad de Le Vauclin el 5 de noviembre de 1848, es decir, 5 meses después de la Abolición.
Su nombre en el registro civil es Marie-Philomène Roptus. Pero toda su vida la llamarán simplemente por su diminutivo, Lumina, e incluso por su apodo, Sorpresa. Al igual que su madre, para sobrevivir, es al mismo tiempo agricultora (en el jaden bo-kay, es decir, el huerto familiar), trabajadora agrícola, comerciante y costurera. A principios de la década de 1870, con 21 años, una joven adulta recién salida de la adolescencia, Sorpresa está dotada de una gran resistencia física. Ello viene de su práctica diaria de caminar largas distancias para vender los productos de su madre, para ofrecer su fuerza de trabajo en los hogares durante la cosecha, para participar en los trabajos colectivos, para hacer la entrega de sus pequeños encargos de costura…
En aquel septiembre de 1870, tiene un embarazo de dos meses, lo que no le impide estar extremadamente enérgica y activa. También tiene una personalidad fuerte, un carácter irascible, una potente energía y una gran libertad para no seguir las normas de la época… Acaba de dejar la adolescencia para comenzar su vida como mujer cuando su destino cambia durante la Insurrección del Sur.
La Insurrección del Sur
En septiembre de 1870, 22 años después de la abolición, estalló la Insurrección del Sur.
Léopold Lubin, un joven artesano negro de Marín, sufre insultos y malos tratos por parte de un «funcionario metropolitano». Este cree que el negro no le cedió el paso con la rapidez necesaria. Lubin presenta una denuncia, pero la rechazan. Unos días después, se hacer justicia por mano propia. Entonces recibió una sentencia que determinaba el pago de 1.500 francos como compensación por «agresión y asalto premeditado y emboscada» y el cumplimiento de una pena siete años de prisión en la Guayana Francesa (una pena aplicable solo a «africanos y asiáticos»).
La población negra se indignó, se solidarizó con él y se organizó para lograr su liberación: se formó un «círculo de jóvenes» en Rivière Pilote para presionar a las autoridades y se lanzó una petición para pagar la elevada multa y apelar de la decisión. Rápidamente, los comerciantes, que tenían contacto frecuente con las mujeres rurales en el mercado, ayudaron a hacer circular esas peticiones.
Además del caso Lubin, estaba la disputa de Codé. De hecho, los habitantes de Rivière-Pilote reprocharon a Louis Codé, propietario de la residencia de La Mauny, por su nostalgia de la esclavitud, por ser arrogante en el trato con sus trabajadores y por haber izado una bandera blanca en su residencia a comienzo del año. Para la población negra, la bandera blanca de la monarquía está estrechamente vinculada a la esclavitud. Por último, y para aumentar el resentimiento de la población, Louis Codé se jactó públicamente, como miembro de un jurado formado sólo por blancos, de haber condenado a Lubin por atreverse a poner las manos sobre un hombre blanco.
El curso de la insurrección
Durante ese segundo semestre de 1870, Francia recién había entrado en guerra contra Prusia y toda la gente en Martinica tenía la comprensión de que el régimen imperial de Napoleón III recurría a su última baza.
El miércoles, 21 de septiembre, el transatlántico La Louisiana confirma la capitulación de Sedan, la deposición del Emperador y la proclamación de la Tercera República. Fue la chispa que desencadenó el descontento popular que había estado más o menos latente hasta entonces… Hacia las 15 horas del jueves, 22 de septiembre, en Rivière-Pilote, el alcalde Auguste Cornette de Venancourt, siguiendo las instrucciones que había recibido, proclamó la República. Las mujeres exigen entonces la liberación de Lubin y manifiestan a gritos su odio hacia Codé y los demás jurados y jueces blancos. Junto con el resto de la multitud, gritan: «¡Vivan los prusianos!». Se forman numerosas aglomeraciones de gente del pueblo, a las que se suman personas del campo más cercano. Louis Telga (exesclavo, pequeño propietario y carnicero artesanal) va y viene del pueblo ese día y una impresionante multitud de unas 700 personas le sigue. Decide ir a la casa de Codé, a cinco kilómetros del pueblo.
Las mujeres están presentes, activas, portando antorchas encendidas o empuñando palos como lanzas. En La Mauny, la multitud no logra encontrar a Codé, que ya había huido. Los rebeldes incendian las chozas de bagazo y los campos de caña de azúcar. Esa misma noche del 22 al 23 de septiembre, hacia las 10 de la noche, el «ejército de Telga» se chocó con la guarnición de Marín, que fue avisada subrepticiamente por el alcalde: dos muertos y dos heridos. A partir de ese momento, el motín se convierte en una insurrección.
El rol de Lumina y de las mujeres
La lógica de la guerra social favorece la irrupción masiva de las mujeres en la escena pública. ¡Caminan sobre los pasos de los campos de caña! ¡Se arman! ¡Combaten! ¡Toman la palabra y las iniciativas! Todas las conductas, habilidades y acciones que se les niegan en tiempos normales. De las 114 mujeres presentes durante el movimiento, 15 son detenidas.
Junto a las 15 mujeres que serán condenadas, están todas aquellas que la investigación no detuvo con la esperanza de obtener de ellas declaraciones incriminatorias contra los «líderes más comprometidos». Porque, en la mente de los represores, las mujeres son más manipulables y están más dispuestas a dar información a cambio de la anulación de las causas en su contra. Sin embargo, una lectura cuidadosa de las actas de los debates muestra que no aportaron un testimonio especialmente acusador contra los rebeldes, ni más ni menos que los hombres.
Además, las sentencias serán muy duras para las 15 acusadas. De hecho, ninguna de ellas fue absuelta. Y en las acusaciones, en los testimonios de la acusación, aparecen casi todas como Pétroleuses [revolucionarias acusadas de provocar incendios con petróleo] incendiarias y saqueadoras. Sin embargo, las mujeres no sólo provocaron incendios y saqueos. «Por supuesto», también les tocaba cocinar para más de 600 personas.
Lumina Sophie, conocida como Sorpresa, fue notablemente activa. Una vez derrotada la insurrección, fue arrestada el lunes 26 de septiembre en Régale, en la residencia de Eugène Lacaille, y encarcelada en Fort Desaix, en las colinas de Fort De France. En ese momento está en el segundo mes de embarazo.
El juicio contra Lumina
Para empezar, el tribunal de justicia no se preocupó de buscar su verdadero nombre, Marie Philomène Roptus, y figura con sus apodos Lumina Sophie, conocida como Sorpresa. Tampoco existe la menor preocupación por su edad, y se dice que tiene 19 años cuando tiene 23. Su juicio se dará exclusivamente para la parte acusadora: un testigo se refiere a ella con cierto desprecio como «la reina de la compañía» ¡entre saqueadores e incendiarios! El gobernador de la época, Menche de Loisne, la describe como “la llama de la revuelta”.
De hecho, el tribunal no considera en ningún momento que una mujer pueda tener la capacidad de ser una líder militar o conspiradora. Pero está acusada de saqueo e incendio. Los jueces la castigan por expresar su odio y rebeldía contra la aristocracia agrícola, a la que designa como enemiga. Se la castiga principalmente por amenazar y dominar a los hombres. Por no ajustarse a la imagen de docilidad, sumisión a los hombres y recato que debe tener toda mujer. Es una especie de monstruo, la antimujer, el antihombre, la antimadre que tiene que pagar caro por su rebeldía porque es un mal ejemplo para otras mujeres, una amenaza para la familia, la religión, el orden social y las relaciones establecidas entre los sexos. ¡Un verdadero peligro para la sociedad colonial, patriarcal y clasista!
Veredicto y sentencia
El 28 de abril, Lumina da a luz a un niño en la prisión central de Fort-de-France. La administración penitenciaria la separa de su hijo y lo nombra casualmente Théodore Lumina.
Ni su juventud ni su bebé de 40 días la salvaron de la cárcel en el juicio del 8 de junio de 1871. La juzgaron como «incendiaria», «saqueadora» y «sanguinaria» por el asesinato de Codé, pero también como «blasfema» y «líder». Fue deportada el 22 de diciembre de 1871 a la prisión de Saint-Laurent du Maroni. Su hijo falleció en prisión poco tiempo después. Ella falleció el 15 de diciembre de 1879. Los rigores de la deportación, el ambiente de la colonia penal, el aislamiento, la lejanía de Martinica, la desnutrición, las enfermedades endémicas, pusieron fin a la vida de Sorpresa, la insurgente, a los 31 años.