Las Escuelas Continentales de Mujeres: una estrategia de La Vía Campesina para la formación y la lucha feminista

30/10/2024 |

Capire

Las Escuelas Continentales organizadas por la Articulación Internacional de Mujeres de La Vía Campesina fortalecen el feminismo campesino y popular

“Siento que la Escuela Continental, al igual que otras escuelas que ya se celebran en todos los continentes, está empoderando a las mujeres, especialmente a las campesinas, que hacen mucho”. Así reflexionó Susan Owiti sobre la iniciativa de las mujeres campesinas que celebraron por primera vez en 2024 una serie coordinada de Escuelas Continentales de Mujeres de La Vía Campesina. Susan forma parte de la Comisión Coordinadora Internacional (CCI) de La Vía Campesina y fue la organizadora de la edición africana de la escuela, que reunió a cerca de 60 mujeres en Togo.

Organizadas por la Articulación de Mujeres de La Vía Campesina, las escuelas continentales desempeñan el importante papel de impulsar un feminismo campesino y popular capaz de abordar los dilemas a que se enfrentan las mujeres en sus territorios: “Creo que hay algunas cosas interesantes que están planteando las mujeres. Esto se relaciona con algunas de las luchas que estamos librando como mujeres campesinas en La Vía Campesina, porque en nuestra región nos dimos cuenta de que las mujeres aún no puedan acceder a la tierra, y sabemos que son las mujeres las principales productoras de alimentos…”, dice Susan. Y continúa: “este espacio está empoderando a las mujeres para que puedan conocer sus derechos, entender sus luchas y también ver cómo el sistema está estructurado en función de la explotación de las mujeres”.

Algunos fragmentos de este texto están disponibles en audio en el programa de radio Furia Feminista, producido por Radio Mundo Real, Capire y la Marcha Mundial de las Mujeres de Brasil y que se puede escuchar en español. El episodio en cuestión, con el título “Juntas”, aborda la potencia de los diferentes encuentros feministas y actividades de formación celebrados en 2024.

Un proceso de articulación internacional

Yolanda Areas Blass, de Nicaragua, es integrante de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC-LVC) y también de la Articulación de Mujeres de la Vía Campesina. Ella nos cuenta cómo las mujeres latinoamericanas y caribeñas de la organización celebraron la VI edición de su Escuela Continental en mayo de este año en la República Dominicana. Para las regiones que organizaron su primera edición en 2024, las escuelas de mujeres de la CLOC-LVC sirvieron de ejemplo. “Nosotras en las Américas tenemos esa diferencia o particularidad de que venimos haciendo escuelas de formación desde hace muchos años», explica Yolanda. “Hoy en día, creemos que definir una estrategia para el desarrollo de las escuelas de formación es un salto cualitativo que está dando la Articulación de Mujeres de la Vía Campesina a nivel internacional”, continúa.

“Antes, cada región en la Vía Campesina realizaba sus propios procesos de formación. Hoy, logramos fortalecer el sistema de escuelas de la Articulación de Mujeres a partir de la primera Escuela Internacional de Mujeres, que se realizó en África, en donde avanzamos a nivel mundial em el debate sobre feminismo campesino y popular y sobre participación política de la mujer”, explica Yolanda. En las escuelas, las participantes abordan el papel político de las mujeres campesinas en la construcción de la soberanía alimentaria y de un mundo libre de violencia.

La militante indonesia Siti Inayah analiza los resultados de la Escuela Internacional celebrada en 2023, en Mozambique, en el continente africano: “Parte del material presentado en África el año pasado se difundió entre las representantes de las mujeres campesinas allí presentes, para que se utilizara posteriormente en las escuelas nacionales de mujeres campesinas de cada organización que forma parte de La Vía Campesina. El sostenimiento de las escuelas a nivel internacional y nacional es una buena práctica para alinear la ideología de la lucha de La Vía Campesina, especialmente en los movimientos feministas campesinos populares”.

Experiencias en los continentes

Siti habla también de la escuela celebrada entre el 19 y el 26 de septiembre en Bangkok, Tailandia, que reunió a mujeres de 13 países del continente asiático. Según ella, más allá de los temas ya mencionados, la escuela buscó promover una reflexión común sobre conceptos clave para La Vía Campesina, como la soberanía alimentaria, la agroecología, la Declaración sobre Derechos Campesinos, la reforma agraria, la preservación de las semillas y la biodiversidad.

Las escuelas continentales cuentan con la participación de una diversidad de mujeres, que se ven fortalecidas para multiplicar la formación y los debates a nivel local, así como para profundizar en la conexión entre las agendas locales y una visión global. La iniciativa también es una apuesta por impulsar la construcción del feminismo en La Vía Campesina. Como dice Yolanda, “las escuelas brindan conocimiento y el conocimiento es poder. Si las mujeres tenemos conocimiento y estamos informadas, tenemos poder para debatir sobre feminismo campesino y popular a nivel de La Vía Campesina. Antes no lo podíamos hacer, porque nuestras reflexiones no alcanzaban a reconocer que toda acción que realizamos las mujeres en la defensa de nuestros derechos es feminismo puro, es feminismo en su esencia”. Las escuelas buscan reforzar tanto el propio movimiento como sus alianzas políticas.

Para las mujeres de Europa y de la Región Árabe y Norte de África (ARNA por sus siglas en inglés), la escuela trascendió las fronteras continentales. Fue una oportunidad para estrechar lazos entre regiones. Del mismo modo, reforzó la dinámica de las compañeras de esa región, que empezaron a organizarse regionalmente hace poco y se enfrentan a profundos retos debido a los ataques colonialistas israelíes. La iniciativa contó con tres sesiones virtuales y un encuentro presencial de cinco días en Galicia.

En el continente africano la escuela se realizó exclusivamente de forma presencial, pero la preparación del evento implicó algunos desafíos relacionados con la conectividad. “A veces, las que tienen una mala conexión lo intentan con todas sus fuerzas, pero, ya se sabe, los problemas de Internet pueden provocar decepciones. Tengo que decir que esto ha sido una lección para nosotras”, dice Susan Owiti.

Además, el equipo de formación también está reflexionando sobre la elección del plan de estudios, teniendo en cuenta el volumen de temas y reflexiones que han surgido: “Uno de los principales retos de la Escuela Continental que celebramos recientemente en Togo fue el tiempo. Teníamos muchos temas interesantes que debatir en la escuela. Quizás dedicando más tiempo a algunos de los temas, hubiéramos podido debatirlos de otra manera”, evalúa.

La militante también habló de elementos como la presión religiosa sobre el sistema patriarcal y las normas culturales que oprimen a las mujeres en el continente africano y limitan su participación política. “Cuando nos reunimos con las compañeras en estos espacios, intentamos abordar y comprender cómo podemos asegurarnos de que esos temas no nos limiten como mujeres en la expresión de nuestras luchas». En su opinión, la escuela es también un espacio para compartir información sobre los instrumentos de reivindicación, las políticas y los derechos que ya están garantizados, y para dialogar sobre la falta de información, especialmente entre las mujeres rurales. “Creo que fue un espacio muy bonito y que no debería ser algo puntual, sino una escuela permanente”, afirma, proponiendo un proceso de continuidad.

Protagonismo y autoorganización

La permanencia de los espacios de formación feminista fortalece a las militantes campesinas en su protagonismo político. “Las mujeres, especialmente las campesinas, a veces tenemos miedo de compartir o poner de relieve los problemas a los que nos enfrentamos”, reflexiona Susan. “La escuela ayudará a las mujeres a entenderse mejor a sí mismas, a comprender claramente nuestra lucha y también a identificar quiénes son nuestros enemigos”, afirma.

“Fue maravilloso reunirse con compañeras de diferentes regiones y que hablaban diferentes idiomas y, al final del día, comprender nuestras luchas y a nosotras mismas como hermanas, como mujeres de La Vía Campesina”, declara, demostrando la importancia del internacionalismo en la lucha feminista y campesina. Estar entre compañeras de otras partes de los continentes y del mundo es lo que hace posible reconocer los puntos en común entre los desafíos enfrentados y las luchas locales: “ahí te das cuenta de que cuando nos unimos, como una sola voz, es más fácil abordar estas problemáticas y llegar a un entendimiento común”.

Yolanda dice algo parecido: “las escuelas son un espacio donde convergemos mujeres de diferentes culturas y de diferentes pueblos que tenemos realidades comunes, por lo tanto, buscamos soluciones comunes”. Así, las mujeres de La Vía Campesina fortalecen el feminismo que se necesita para globalizar la lucha y la esperanza.

Redacción por Helena Zelic
Traducido del portugués por Luiza Mançano

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