Sehjo Singh: “El sistema de castas necesita que el patriarcado se mantenga fuerte”

01/12/2023 |

Entrevista realizada por Clarice Schreiner y Gabriela Fuentes

En la India, la deforestación y el patriarcado van de la mano; por lo tanto, feminismo y ecología también deben construirse juntos

Manohar Pawar | Vikalp Sangam

Sehjo Singh forma parte de la Confluencia de Alternativas (en hindi, VikalpSangam), una coalición de organizaciones y movimientos en defensa de la naturaleza, las comunidades y la soberanía alimentaria en la India. Sehjo concedió esta entrevista durante el 13º Encuentro Internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres, en Ankara, Turquía. En el Encuentro hubo una importante presencia de delegaciones de países asiáticos, incluidos militantes del movimiento y organizaciones aliadas.

En la ocasión, Capire conversó con Sehjo sobre la historia de la construcción del feminismo en la India y sobre las actuales resistencias y alternativas propuestas por las mujeres de la región. Según Sehjo, los enfrentamientos antipatriarcales implican criticar el sistema de castas y luchar por la tierra, a partir de la realidad y las necesidades de las mujeres populares. Para ella, la primera batalla que hay que librar es reconocer la centralidad de las mujeres agricultoras en la producción de alimentos y en la garantía de la biodiversidad: “No es que las mujeres contribuyan, yo diría que son ‘las mujeres las que sostienen’”.

Primero, ¿usted podría presentarse y contarnos sobre su carrera política?

Tuve la suerte de crecer con padres que formaban parte de algo llamado movimiento sufí en la India, por lo que tuve una educación muy progresista. Crecí después del surgimiento y ascenso de fuertes movimientos de izquierda en el país, entonces, para mí, era natural tener una visión que va más allá y el deseo de una vida guiada por la justicia. Estas fueron las principales circunstancias responsables de la persona que soy.

Cuando yo todavía estaba en la universidad, hubo un gran avance en el movimiento de derechos humanos y en el movimiento de derechos de las mujeres. Derechos humanos, por la experiencia de supresión de derechos que tuvo nuestro país. Y de los derechos de las mujeres, probablemente por la época en la que sucedió: en la década de 1970, cuando se publicaron muchas noticias y estudios sobre los derechos de las mujeres en todo el mundo. Fue algo que realmente unió a muchas mujeres en la India. Por supuesto, inicialmente fueron mujeres privilegiadas, pero su propia perspectiva nació para conectarse con los movimientos populares.

Es interesante que una de las primeras movilizaciones de mujeres en el país fue sobre la ecología. Se llamaba “Movimiento Chipko”. “Chipko” significa abrazar, engancharse y el movimiento abrazó árboles en un valle de la cordillera del Himalaya para evitar la deforestación. Más tarde, hubo movimientos y leyes relacionadas con el derecho de las mujeres a la propiedad, para cambiar la forma en que la Justicia trataba la violación… Muchas leyes cambiaron, pero también hubo mucha movilización en los territorios.

Era una época en la que las mujeres todavía eran golpeadas e incluso asesinadas por algo llamado “dote”. Es un concepto insólito dentro de las sociedades de castas hindúes. Significa que, si entregas a tu hija a alguien, también tendrás que pagar una compensación, lo cual es muy contradictorio e ilógico. Es como si la mujer fuera una carga que se traslada, con una expectativa que no se puede cumplir. En ese momento, esto empezó a hacerse público y los medios comenzaron a informar sobre el asunto. Recuerdo que, de niña, iba con otras niñas a las casas de personas que habían exigido una dote y pintaba la cerca o la casa de negro.

Existe una conexión profunda entre feminismo y ecología. La desigualdad y la injusticia comienzan en casa. Es allí donde sentamos las bases de cómo los seres humanos pueden tratarse unos a otros de manera desigual, cómo los seres humanos pueden oprimirse unos a otros. El patriarcado es un sistema en el que todos participan. En la India, sobre el patriarcado descansa lo más ingenioso y perverso que se pueda concebir: el sistema de castas, que se niega a desaparecer.

El sistema de castas necesita que el patriarcado se mantenga fuerte.

Sehjo Singh

Si las mujeres tuvieran sus propias opciones y derechos, las castas serían rápidamente demolidas, porque las mujeres se casarían, amarían y se reproducirían como quisieran, algo que el sistema de castas no puede permitir. El trato entre seres humanos tiene profundas conexiones con la forma en que las personas tratan a la naturaleza.

¿Cómo participan las mujeres en los movimientos agroecológicos y de protección forestal? ¿Cuáles son los aportes de las mujeres en estos procesos?

Lo diría de otra manera: no es que “las mujeres aportan”; diría que son “las mujeres las que sostienen”. Las mujeres son pequeñas agricultoras, son las personas que se quedan en casa cuando los hombres migran. Son las mujeres las que cuidan y cultivan. Y no se trata sólo de las mujeres: son las mujeres más pobres.

Son las mujeres más pobres, con menos privilegios, quienes realmente sostienen y defienden la agroecología.

Sehjo Singh

Son mujeres agricultoras con todo tipo de talento. La existencia tanto de Adivasis (pueblo originario de la India) como de Dalits (término para “intocables”) es lo que de hecho garantiza la defensa de los bosques, el rescate de las semillas y la cooperación que toda agricultura natural requiere.

Cada vez más, todo acaba entrando en el sector comercial. Cuando la agricultura orgánica se convierte en una propuesta de élite, alguien más recibe el crédito por el trabajo de las mujeres. El estándar para estas mujeres ya es la agricultura orgánica. Lo más importante para las mujeres es y debe ser su reconocimiento como agricultoras. Esta es la primera batalla: la lucha por la idea de que las mujeres son agricultoras. El concepto patriarcal es que las mujeres pertenecen a la familia agricultora y su trabajo es parte de la familia. Ella es la cabeza de familia y ni siquiera le pagan por ello.

Esta es una batalla no sólo con el gobierno, con la academia, con los investigadores, con las personas que cuentan las estadísticas, y ni siquiera sólo con las propias mujeres. Se hizo conocido el término “mujer agricultora”. Recuerdo haber tenido dificultades con este término a principios de los años 1990 y nadie lo conocía. En ese momento, la internet era una novedad. Quería crear un sitio web para las mujeres agricultoras y nadie entendió de qué yo estaba hablando.

Hablemos de la lucha feminista en la India hoy. ¿Cuál es el papel de las mujeres en las inmensas movilizaciones políticas de hoy?

Es muy interesante ver que la movilización de las mujeres hoy no ocurre con personas que “conocen los términos”. No son la «clase buena onda». Les pondré un ejemplo: la movilización reciente más impresionante fue la de mujeres deportistas de la India que habían sufrido abusos y acoso sexual por parte del presidente de la Federación de Lucha Libre. Él tenía profundas conexiones políticas y, en el poder judicial, nadie podía hacer nada por él. Entonces esas mujeres salieron a la calle para hablar sobre el acoso sexual. No son mujeres con una formación que les permitiera hablar de estas cosas, pero lograron abordar el tema. Esto también se refleja hoy en los medios de comunicación, ya que ya no es posible ignorar de esta manera los problemas de las mujeres.

Sin embargo, el clima general no favorece los derechos de nadie. Existe una profunda preocupación por las narrativas de “mujeres como diosas”, “mujeres sobre un pedestal”, “mujeres que deben ser adoradas” en contraste con “mujeres como iguales”. La derecha dice: “Por supuesto que adoramos a las mujeres, pero por supuesto no permitiremos que sean iguales y, en el caso de las mujeres dalits, realmente no nos importa”. Hubo casos inquietantes de violación y asesinato de mujeres dalits que han sido silenciados.

No es el mejor momento, pero es poco probable que este tipo de movilizaciones retroceda. Es un proceso largo que llegó para quedarse. 

Sehjo Singh

Usted participa ahora en el 13.º Encuentro Internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres, como parte de la delegación de la región asiática. ¿Qué desafíos regionales ve?

Me gusta mucho la Marcha Mundial de las Mujeres porque es un movimiento político. Lo más importante para conectar las mujeres de Asia es conectarse con lo que ellas están discutiendo y lo que les preocupa. Sin duda existe una preocupación por los bosques, las semillas, la educación de las niñas, la seguridad alimentaria y nutricional de toda la familia. Les preocupa el agua y por cuánto tiempo más tendrán aguas subterráneas y otros recursos.

La mejor manera es conectarse, ver cómo ganar en sus luchas y ofrecer ejemplos de movilizaciones buenas y exitosas de otras regiones del mundo, llevadas a cabo por mujeres como ellas. El momento es difícil y creo que la fuerza sólo la encontraremos en los territorios, en las personas unidas, y no en algún líder carismático o algún tipo de mesías que algunas personas puedan estar buscando. Hay que mirar al territorio, a quien camina por el suelo, y no hacia arriba.

______

Traducido del portugués por Aline Lopes Murillo

Idioma original: inglés

Artículos relacionados