Claire Charlo es una militante indígena feminista que trabaja en la Red Ambiental Indígena [Indigenous Environmental Network – IEN]. Claire pertenece al pueblo Bitterroot Salish de las Tribus Confederadas Salish y Kootenai de la Reserva Flathead en Montana, Estados Unidos. “Vivimos en una reserva con 7.000 miembros de la tribu. Desafortunadamente, el gobierno de los Estados Unidos abrió ilegalmente nuestra reserva a los colonos en 1934. Entonces ahora hay más colonos blancos no indígenas en nuestras tierras que indígenas”, denunció ella. Claire habló sobre las relaciones entre el trabajo de IEN y la lucha por los derechos indígenas a escala global: “la forma en que mi pueblo se ve impactado por esta crisis climática y la forma en que el pueblo de Shyrlene se ve impactado son diferentes, pero sentiremos estos efectos de manera devastadora.”
Shyrlene Oliveira da Silva Huni Kui vive en la tierra indígena Henê Baria Namakia, en el estado de Acre, en la Amazonia brasileña. “El pueblo Huni Kuin lleva mucho tiempo peleando y emprendiendo innumerables batallas por el reconocimiento de su cultura y de su lengua materna, Hãxta Kuin”. Los Huni Kuin ocupan 12 territorios en el estado de Acre, pero “el territorio de Henê Baria Namakia es el único que aún no ha sido demarcado. Está ocupado por 45 familias, unas 200 personas”, explica Shyrlene. En Brasil, la demarcación de tierras indígenas es un derecho garantizado por la Constitución Federal de 1988.
Durante la entrevista, Claire y Shyrlene hablaron sobre la unidad de diferentes pueblos indígenas en la lucha por sus derechos y contra el avance de las empresas transnacionales en sus territorios. Sus discusiones se encuentran en el contexto de la preparación de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2025 (COP 30), que tendrá lugar en Brasil. Esta entrevista se realizó durante el Congreso Rising Majority (La mayoría que se levanta), que tuvo lugar en Saint Louis, Estados Unidos, en junio de 2024 y que reunió a 700 personas de diversas organizaciones populares, partidos, sindicatos y movimientos de derechos humanos del país, entre ellos muchos miembros de la Red Ambiental Indígena. Shyrlene formó parte de la delegación de observadores internacionales que asistieron al congreso por invitación de la Alianza Popular por la Justicia Global [Grassroots Global Justice Alliance – GGJ].
Las empresas transnacionales avanzan en una ofensiva global de destrucción y apropiación de territorio, recursos y culturasindígenas. Mientras los pueblos indígenas proponen caminos para detenerlos cambios climáticos, las empresas impulsan falsas soluciones. ¿Cómo se han unido los pueblos indígenas de diferentes partes del mundo para enfrentar esa ofensiva internacional?
Shyrlene: El debate sobre la financiarización de la naturaleza y de la vida de los pueblos indígenas se vuelve de gran importancia porque, para los pueblos indígenas, no existe división de fronteras. Las fronteras y los límites fueron impuestos por los Estados, por los países. Los pueblos solían moverse entre todos esos territorios. Pueblos que ahora están en Perú, en Bolivia y en toda Sudamérica sufren el mismo impacto. Así que decidimos entender si los de Norteamérica, Europa y Asia sufren los mismos problemas. Nos unimos para luchar por la conservación ambiental. Creemos que es la manera más justa. La población mundial tiene mucho que aprender del modo de vida y de conservación de los pueblos indígenas.
Claire: La Red Ambiental Indígena considera importante establecer relaciones con los pueblos indígenas del sur global para que podamos ayudar a amplificar y apoyar sus cuestiones mientras continuamos formándonos. Mi tribu, por ejemplo, no está muy familiarizada con las falsas soluciones y cosas como REDD. Las compensaciones de carbono aún no nos han llegado, pero nos preocupan otras tribus que están económicamente desesperadas y lo que ven son estas empresas llegando con dinero. El problema es que, de hecho, esto raramente llega a la comunidad. Estas falsas soluciones son básicamente la mercantilización de la Madre Tierra, poniendo a la Madre Tierra en subasta para su venta. Ellas [las empresas] están tomando lo espiritual y la sacralidad de la Madre Tierra. Esta es una de las razones de nuestra asociación con los Huni Kuin: nuestra cosmovisión, nuestra visión, nuestra espiritualidad están alineadas con el hecho de que nuestra Madre Tierra no se vende.
En Estados Unidos, a veces se utiliza la soberanía tribal como arma. Me refiero a las tribus que eligen los combustibles fósiles. Ellas permiten que la fracturación hidráulica [fracking] y los campamentos de hombres ingresen en sus tierras. Cuando ellos están construyendo la tecnología y extrayendo los recursos, el tráfico sexual aumenta, las agresiones sexuales aumentan y la violencia aumenta durante ese período. Yo tengo varios familiares que son parte de reservas que han sido sometidas a la fracturación hidráulica, y ahora están viendo altos índices de cáncer, abortos espontáneos, enfermedades autoinmunes, los niños están contrayendo fibromialgia y artritis, enfermedades que no deberían ocurrir hasta que seas muy mayor. Todos estos problemas de salud provienen del hecho de que el agua está contaminada por las fracturaciones.
Shyrlene: Aquí, lo que hemos observado en nuestras discusiones, participación en foros y reuniones de las partes es que no se ha respetado el principio acordado por el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre una consulta libre, previa e informada a los pueblos indígenas. Todas y cada una de las decisiones que se tomen respecto de sus territorios deben ser consultadas con los pueblos indígenas, y no solo con los pueblos indígenas, sino también con los extractivistas, los ribereños, los pequeños productores familiares y las vidas de otras personas que también residen en las ciudades.
En el caso de los créditos de carbono, las comunidades indígenas reciben subsidios, pagos basados en resultados, compensaciones por los servicios ambientales que brindan en los territorios en los que habitan. Las actividades que realizan las poblaciones que ocupan áreas de protección, reservas extractivas, bosques públicos y tierras indígenas, estos “servicios ambientales”, son modo de vida, no son un medio de compensación. Los daños que estas poblaciones experimentan y sufren a diario por los impactos ambientales nunca serán compensados por las grandes empresas.
¿Cómo han contribuido las mujeres y las personas disidentes de género al avance de la lucha indígena?
Claire: La violencia contra la tierra y la violencia contra las mujeres indígenas, las personas con vivencias femeninas y los cuerpos de dos espíritus están conectadas por el patriarcado y el capitalismo. Este sistema devalúa a las mujeres, a las personas con experiencias femeninas y a los dos espíritus al verlos como una mercancía, de la misma manera que ven la tierra: solo para extraer, tomar y consumir. Pero son las mujeres indígenas y de dos espíritus las que a menudo están en la primera línea de los campos de resistencia en tierra y agua. Estudié alrededor de cien casos en Estados Unidos y Canadá, y cada uno de ellos fue iniciado por una mujer, una persona con una vivencia femenina o una persona de dos espíritus. A menudo somos nosotros quienes cultivamos la comida para nuestras familias. Esto se refiere al papel que tienen las mujeres indígenas en la agricultura. Las semillas, por ejemplo, se transmiten durante miles de años, de generación en generación. Estas falsas soluciones, como los monocultivos y la modificación genética de semillas, están llegando a interferir en el papel de las mujeres indígenas en la agricultura.
Como mujeres indígenas en los Estados Unidos, tenemos ese Movimiento de Mujeres Indígenas Muertas y Desaparecidas. Algunos de nosotros decimos parientes indígenas muertos y desaparecidos para incluir otras diversidades y defensores de la tierra de todo el mundo. En 2023, 77 defensores de la tierra fueron asesinados en América del Sur por proteger su territorio. Del intercambio con el pueblo Huni Kuin aprendimos que este no es un problema exclusivo de Estados Unidos.
Shyrlene: Las mujeres indígenas empiezan a sufrir violencia cuando están en sus territorios y ya no tienen sus aguas puras, cuando no pueden cosechar sus vegetales, cuando ya no tienen las medicinas sagradas, cuando ya no pueden tener a sus hijos porque no pueden hacer sus baños. Sus territorios están completamente contaminados, las aguas están contaminadas por mercurio y agrotóxicos de las fincas circundantes.
La lucha del movimiento indígena estuvo marcada durante mucho tiempo por nuestros guerreros, por los hombres, por los caciques que fueron a luchar dentro y fuera de sus territorios. En los últimos años hemos visto un escenario totalmente diferente en el que mujeres extremamente aguerridas han tomado el liderazgo del movimiento indígena brasileño. Son mujeres con belleza, alegría, cultura y mucha fuerza, que conocen lo que es el movimiento indígena y la realidad de los pueblos indígenas brasileñosCuando las mujeres indígenas se unen, este movimiento se vuelve aún más fuerte. Esto despertó en el pueblo Huni Kuin, en Acre, el deseo de realizar el primer Foro de Mujeres Indígenas, hace dos años. Reunimos a más de 200 mujeres líderes en la ciudad de Rio Branco, provenientes de 118 aldeas diferentes. Fue un momento que marcó la historia del pueblo Huni Kuin.
¿Qué interpretación hacen ustedes del contexto actual y cuáles son los próximos pasos en esta lucha que es, al mismo tiempo, local e internacional?
Claire: Las cosas se ven muy mal en este momento. La semana pasada se alcanzaron los 52ºC en Nueva Delhi. Es muy caliente para que las personas puedan sobreviver y el calor seguirá aumentando. Estoy viendo todos estos informes aterradores sobre el futuro. Pero creo en nuestros pueblos indígenas y en nuestra espiritualidad indígena. Tenemos las respuestas, la sabiduría y la fuerza. No tener esperanza es un lujo que no podemos permitirnos. Nuestros ancestrales sobrevivieron a apocalipsis tras apocalipsis, y nosotros sobreviviremos a éste.
Shyrlene: La necesidad de estudiar, de salir de donde vine para llegar a donde estoy, se debió a la certeza de que los pueblos indígenas y toda la población corren un gran riesgo. La falta de conocimiento e información nos trae esta alerta. Los pueblos indígenas lo han sufrido en relación a su cosmovisión, su espiritualidad, su conexión con los seres y espíritus. Desde el momento en que estos seres traen mensajes, es necesario hacer eco de estas voces. Muchos líderes espirituales han hablado de la necesidad de recurrir a la cura del alma, de las relaciones y de la tierra para lograr la cura colectiva.