El 18 de febrero los movimientos en lucha por la autodeterminación de los pueblos en todo el mundo se movilizan: esta fecha corresponde al Día de la Mujer Saharaui. El pueblo saharaui se enfrenta al colonialismo del Estado marroquí, que se expresa en la violencia, control territorial y económico y persecución política. Las mujeres tienen un rol fundamental en la resistencia popular y en los procesos de lucha por la autodeterminación: están en la primera línea de la organización y garantizan la sostenibilidad de la vida en las comunidades. Por ello, publicamos las traducciones del poema “Soy el Sahara”, de la poeta hispano-saharaui Salka Embarek.
Nacida en El Aiune, en el Sahara Occidental, Salka migró con su familia a las Islas Canarias. En su obra poética, son recurrentes los temas del retorno y de la liberación de su territorio. Y no escribe sola: Salka forma parte de la Generación de la Amistad Saharaui, un grupo de poetas por la liberación de su pueblo. Con sus versos, Salka crea imágenes que revelan el autoritarismo marroquí, y por otro lado la fuerza de la resistencia anticolonial. Para ella, “la poesía es voz para la resistencia, empuje para denuncia, arma para la paz”. Salka compartió con Capire cómo fue su proceso de escritura del poema:
“El poema ‘Soy el Sáhara’ lo escribí en octubre del 2009, después de unas declaraciones del portavoz del régimen marroquí descalificando al POLISARIO y menospreciando al pueblo saharaui. Nos llamó ‘fanfarrones’, se burló públicamente de nuestra decisión y capacidad para retomar las armas ante la sistemática violación de nuestros derechos humanos y el menosprecio a la legislación internacional. Sus palabras arrogantes soliviantaron a los colonos marroquíes en nuestros territorios ocupados y, durante días, estos atacaron los barrios saharauis y torturaron en plena calle a las familias. Con el poema, quise transmitir fuerza al pueblo saharaui, expresar que somos uno, que estamos unidos y que defenderemos nuestro derecho a existir con la fuerza de la justicia, la razón y la dignidad.””.
Soy el Sahara
Salka Embarek
Seré guerra
y cuando sea necesario, seré paz.
Seré la paz de la guerra
y el límite entre ambos
lo marcaré yo.
Que no vuelvan a llamarme fanfarrona,
Que no vuelva ningún ministro
a provocarme,
que durante los años de mi tragedia,
ya le derribé algunos muros
y logré hacer caer sus falsos estandartes.
No hay gobierno usurpador,
ni cruel,
ni rey tan soberano
que pueda mirarme a los ojos,
y negarme que es culpable.
No podrá porque no ha olvidado las veces que le he enfrentado,
le he descubierto y ganado.
Mírame bien,
porque el timón está en mis manos,
y el viento sopla a mi favor,
no seré yo la que tema,
no seré yo la que pierda,
ni oirás mis palabras en vano.
Ya soy vieja,
Treinta y cuatro años han pasado
Pisando mi cuerpo,
bajo metros de tierra enterrado.
Más de treinta años han dejado
en mi boca sabores amargos,
algunos ya no los siento,
otros se han vuelto brazos,
de líderes desconocidos,
de mujeres en esperanza,
brazos de mártires que vuelven
extendidos a la superficie,
acudiendo a mi llamada,
al de esta vieja que soy yo,
y que ahora vuelve joven
y renovada.
Que no me llamen fanfarrona,
porque mis hijos le responden,
que mi voz no es una sola,
soy el Sáhara.
ESCUCHA BIEN MI NOMBRE.