Ding Ling: una escritora revolucionaria en un siglo revolucionario

12/10/2024 |

Tings Chak

Conozca la trayectoria de la feminista revolucionaria china que cumpliría 120 años el 12 de octubre

ding ling

Si el siglo XX en China fue un siglo de revoluciones, la legendaria escritora china Ding Ling es producto de esas revoluciones. El 12 de octubre de 1904, Ding Ling (seudónimo Jiang Bingzhi) nació en una familia noble en Linli, provincia de Hunan, al final de la dinastía Qing. Debido a su origen relativamente próspero, ella tuvo acceso a la educación formal y fue en la escuela donde comenzó a politizarse. En la Segunda Escuela Normal para Niñas de Hunan, entró en contacto con el despertar nacional y antiimperialista del Movimiento 4 de Mayo. Posteriormente, en Shanghai, asistió a una Escuela Popular para Niñas del joven Partido Comunista de China (PCCh), que se había formado un año antes, en 1921.

En la década de 1920, Ding Ling, rodeada de escritores comunistas como Qu Qiubai, comenzó su carrera literaria. Publicó El diario de la Señorita Sofía, una de sus obras más famosas, en 1928. El cuento presentaba una inusual y provocativa mirada a la intimidad de una mujer urbana moderna en China, centrándose en sus luchas personales, aventuras románticas y deseos sexuales. En ese momento, muchos escritores del Movimiento Nueva Cultura recurrieron a las estructuras políticas y sociales occidentales para trazar un camino de liberación de la nación china de las garras del imperialismo y el atraso económico. La liberación nacional también estuvo estrechamente entrelazada con la liberación de las mujeres chinas. Sofía, en la búsqueda de sus libertades individuales, representaba una ruptura con las tradiciones patriarcales y feudales de la Vieja China, pero todavía estaba lejos de la visión de una mujer libre en la Nueva China socialista.

Cada período histórico exige su propio tipo de protagonista y su propio tipo de escritora. Ding Ling fue una de esas autoras que siguió reinventándose y, al mismo tiempo, afrontando los retos de su época. Dos décadas más tarde, al observar a su personaje Sofía, Ding Ling reconoció que, con las transformaciones fundamentales del proceso revolucionario, “el mundo espiritual de las personas también se ha transformado fundamentalmente” y los personajes que ella conocía, como Sofía, ya habían sido superadas. Era necesario “escribir personas completamente nuevas”. Cómo escribir a estas personas, y cómo escribirlas bien, no sería un camino sencillo.

A principios de la década de 1930, ya convertida en una destacada autora de izquierda, se sumergió en la política, pero este fue un período oscuro, tanto política como personalmente. En 1930, Hu Yepin, su marido y también escritor, fue arrestado y asesinado, el mismo año en que el hijo de ellos nació. En 1931, la propia Ding Ling fue arrestada y pasó más de dos años bajo custodia de los Nacionalistas. Aun así, se unió al PCCh y asumió la tarea de editar la revista de la Liga de Escritores de Izquierda. En noviembre de 1936, después de la histórica Gran Marcha que estableció una nueva base comunista en Yan’an, Ding Ling llegó al norte de Shaanxi y pidió directamente a Mao Zedong para unirse al Ejército Rojo.

En enero de 1937, Ding Ling llegó a Yan’an, entre los aproximadamente 40.000 intelectuales que se desplazaron para allá hasta 1943. Muchos de estos intelectuales abandonaron sus comodidades urbanas para cruzar cientos o incluso miles de kilómetros bajo el viento, la arena, la lluvia y la nieve. Cada uno de ellos, sin embargo, también aportó sus propias ideas sobre la dirección que debería tomar el trabajo creativo para la causa comunista. Ding Ling, como editora del periódico del Partido, JiefangRibao (Diario de la Liberación), estaba entre un grupo de autores que criticaban lo que percibían como una falta de independencia artística y como restricciones impuestas por el Partido a la producción artística. ¿El papel del arte y la literatura sería “alabar la luz” (glorificar los logros del Partido y del pueblo) o “exponer la oscuridad” y señalar los problemas de la sociedad china y del movimiento comunista?

En mayo de 1942, se realizó el Foro de Literatura y Arte de Yan’nan, con duración de tres semanas, para elucidar esta relación fundamental entre el trabajo cultural y político. Ante una audiencia de más de 100 de los más importantes escritores, artistas, líderes del Partido y generales militares del país, Mao Zedong presentó cinco “problemas” artísticos y literarios que deberían abordarse: posición, actitud, público, trabajo y estudio. Mao argumentó que los trabajadores de la cultura deberían adoptar “una posición de clase” firme junto al pueblo, en la que los artistas también se vieran a sí mismos como trabajadores en lucha. Para ello, los intelectuales necesitarían pasar por su propia “remodelación” de una clase a otra. Mientras tanto, la forma y el contenido de las obras culturales también tendrían que pasar por un proceso de reinvención.

Así como las formas tradicionales de cultura recibieron un nuevo contenido revolucionario, los “viejos frascos” de intelectuales tradicionales se transformaban en “nuevos” intelectuales que servían al pueblo. Pocos escritores han encarnado mejor este proceso que Ding Ling. Cuando dejó la cosmopolita Shanghai para ir a los polvorientos campos de Yan’an, Ding Ling ya era una autora célebre y establecida. Al llegar a Yan’an, sin embargo, le resultó difícil escribir descripciones auténticas de la vida campesina, que aún no conocía en ese momento, y superar sus propios prejuicios, el individualismo y la distancia con relación al pueblo.

En sus reflexiones ella afirmó: “Pensé mucho en esto, pero es muy difícil escribir. No puedo presentar los ideales del pueblo como demasiado elevados, tan elevados que dejan de parecerse a los de un campesino. Pero tampoco puedo retratarlos como demasiado diminutos; si no, ¿cómo inspirarán a las personas? Las dificultades que tuvieron Ding y otros autores para retratar a las personas campesinas en el contexto de la lucha de clases no se basaron sólo en lo que les faltaba, sino también porque las condiciones históricas aún no habían creado una conciencia revolucionaria y niveles de alfabetización entre el pueblo. Los cuentos y novelas de Ding Ling son un testimonio de este proceso dialéctico y transformador y de los años de desaprender y reaprender para volverse intelectual y integrarse políticamente con las masas, lo que a su vez profundiza la conciencia de clase.

El camino recorrido por Ding Ling refleja el proceso de “integración” popular que Mao identificó en su discurso de clausura en el Foro de Yan’an: “Los intelectuales que quieran integrarse con las masas, que quieran servir a las masas, deben pasar por un proceso en el que ellos y las masas lleguen a conocerse bien”. Después de años de vivir y trabajar con mujeres, campesinos, trabajadores, veteranos y cuadros en algunos de los pueblos rurales más aislados de China, Ding Ling escribió su primera aclamada novela sobre la reforma agraria, El Sol Brilla sobre el Río Sangke (1948).

Una nueva era abierta por la revolución

La fundación de la República Popular China marcó una nueva era en la vida de Ding Ling, como escritora y cuadro político. La literatura y, sobre todo, “la nueva literatura popular” jugaron un papel central en la construcción del nuevo Estado popular. A nivel internacional, el intercambio cultural y literario se volvió central para la estrategia de “diplomacia popular” de combatir las sanciones diplomáticas y económicas impuestas contra el nuevo país comunista. En su rol de vicepresidenta de la Asociación de Escritores Chinos, Ding Ling recibía frecuentemente a autores internacionales que visitaban el país, como Jorge Amado y su esposa, la escritora Zélia Gattai, entre otros.

Su primer viaje, en 1952, convenció a Amado para publicar Sol en Brasil en su regreso al país. En sus memorias, Gattai recuerda: “De este viaje alegre y fructífero, nosotros y nuestros compañeros regresamos con el corazón ligero y lleno de esperanza. Visualizamos un futuro de paz y prosperidad para China, un ejemplo de lo que debería ser el socialismo, pasando de las teorías y el papel a la práctica y la realidad”.

Su segunda visita, en 1957, acompañados por el poeta chileno Pablo Neruda y su esposa, Matilde Urrutia, tuvo lugar en vísperas de la campaña antiderechista, y Ding Ling estaba entre los autores más conocidos que fueron tildados de contrarrevolucionarios de derecha. En sus memorias, Navegación de Cabotaje, Jorge Amado describe una conversación con Ding Ling en ese viaje: “Cuando le conté las dudas que aplastaban mi corazón, ella respondió: ¿dudas solo porque ves errores o injusticias? Ding Ling no lo dudaba. ¿O no admitió dudar? Me dijo: si piso el barro, me limpio los pies, sigo adelante”.

Como muchos intelectuales, Ding Ling de hecho sufrió mucho durante la tumultuosa década de la Revolución Cultural (1966-1976). Ella fue enviada al campo, y tuvo interrumpidos su labor literaria y sus intercambios internacionales. Sin embargo, ella terminó logrando encontrar una manera de “limpiarse los pies y seguir adelante”. Un año después de ser rehabilitada en 1979, Ding dijo: “Fue difícil y sufrí, pero también gané mucho… No puedo escribir sobre generales, porque no tengo ese tipo de experiencia. Pero puedo escribir sobre campesinos, sobre trabajadores, sobre personas comunes, porque las conozco bien”.

El turbulento siglo XX cuenta muchas historias. Es una historia de despertar y resistencia, de sufrimiento y retrocesos, de transformación personal y compromiso político. Una historia de superación y cambio. La vida y obra de Ding Ling son testigos de todo esto. Como una sociedad estaba siendo radicalmente transformada, los cambios en las relaciones de producción exigían un cambio de conciencia, lo que a su vez necesitaba una nueva cultura socialista. Fue una tarea inmensa, las transformaciones fueron muchas y muy complejas, pero Ding Ling siguió asumiendo la tarea de intentar producir nueva literatura para, por y en nombre del pueblo. En un discurso de 1980 afirmó: “La creación misma es una acción política, y una escritora es una persona politizada”, afirmando su compromiso permanente como autora y como revolucionaria hasta el final de su vida. Ding Ling falleció en Pequín en 1986 a los 81 años.


Tings Chak es directora de arte en el Instituto Tricontinental de Investigación Social, coeditora de Wenhua Zongheng, una revista de pensamiento chino contemporáneo, y estudiante de doctorado en la Universidad Tsinghua de Pequín.

Editado por Tica Moreno
Traducido por Aline Lopes Murillo
Idioma original: inglés

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