Casi el 85% del agua de los territorios palestinos, incluida la del río Jordán y los acuíferos subterráneos, está bajo control israelí. Esto representa la mayor parte de los recursos hídricos renovables de Palestina, que tienen capacidad para producir 750.000 metros cúbicos al año. Un estudio realizado por la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios en los Territorios Palestinos (2011) identificó un total de 56 manantiales en los territorios palestinos.
La mayoría está ubicada en el Área C [1] , donde 30 de estos manantiales están bajo el control total de los colonos y no se permite a la población palestina acceder a ellos. Se trata de una violación directa del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos, que restringen la explotación por parte de las fuerzas de ocupación de los recursos naturales presentes en los territorios ocupados. Además, las mujeres son más vulnerables a las enfermedades transmitidas por el agua y también son responsables de buscar alternativas y gestionar el agua, la electricidad y los alimentos.
En cuanto a los daños causados a las estructuras de suministro de agua y alcantarillado, según una estimación de 2014 de la Autoridad Palestina del Agua [Palestinian Water Authority], el valor financiero de los daños causados a estas instalaciones e infraestructuras era de 34.500 millones de dólares. Estas pérdidas incluyen pozos artesianos, redes de suministro de agua, embalses, unidades de desalinización y plantas de tratamiento de aguas residuales. En los últimos 12 años, entre 2008 y 2020, se han demolido 802 cisternas, tanques y pozos. En 2020, las fuerzas israelíes demolieron 78 cisternas y embalses, con una capacidad total de almacenamiento de casi 10.000 metros cúbicos, que abastecían al menos a 2.367 personas.
El coste económico de las carreteras que conectan los asentamientos israelíes supera ya los 970 millones de dólares a lo largo de los años de ocupación. Sólo en 2020, la extensión total de estas carreteras alcanza el 2% de la superficie de Cisjordania, mientras que la construcción de asentamientos representa el 3,5% de la región. El porcentaje de asentamientos aumentó un 182% en los últimos 20 años, incluyendo Jerusalén, y aumentó el número de colonos en los asentamientos que ocupan más del 42% de Cisjordania. Además, el 5% de la región ha sido confiscado con la construcción del muro del apartheid. Esta región está dividida en tres áreas, A, B y C, con un severo control israelí. El número de bases militares asciende a 187, de las cuales el 20% se encuentran en el Área C. Estas zonas son consideradas reservas naturales por decisión de militares israelíes, que impiden a la población palestina beneficiarse de la tierra.
Las mujeres son las principales trabajadoras del sector agrícola, ya que desempeñan un papel importante en la protección y rehabilitación de la tierra. Las mujeres también trabajan en la venta de cosechas, lo que contribuye a los ingresos familiares. Estas mujeres tienen un fuerte vínculo con la tierra, por lo que son las más afectadas psicológica, económica y socialmente por todas las violaciones de la tierra.
En Gaza y algunas zonas de Cisjordania, las mujeres se ven más afectadas por la escasez de energía. Esto tiene un impacto en su vida diaria, hace aumentar las responsabilidades, requiere una mayor dedicación de tiempo y esfuerzo y dificulta la vida. La pobreza energética afecta a la educación, la salud y la vida de las mujeres. Ellas siguen enfrentando la ocupación israelí al cultivar y reforzar su dedicación a la tierra para poder mantenerla. Las mujeres de Palestina siguen resistiendo ante las prácticas israelíes y siempre encuentran soluciones para adaptarse con los recursos disponibles y desarrollar alternativas creativas. Nada detiene a estas mujeres. Como activistas ambientales, siempre sacan a la luz y documentan las violaciones, alzan la voz y presentan sus demandas. Las mujeres siempre buscan desarrollar sus capacidades para poder defender sus derechos.
[1] El Área C es una de las tres divisiones administrativas de Cisjordania establecidas en la década de 1990 mediante los Acuerdos de Oslo. Se trata de una zona bajo control civil y militar israelí que en principio iba a ser transferida gradualmente a la jurisdicción palestina, lo que nunca ocurrió. Es la única zona contigua de la región, que alberga la mayor parte de la tierra cultivable de Palestina.
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Abeer Al Butmeh forma parte de la Red Palestina de ONGs Ambientalistas – Amigos de la Tierra (The Palestinian Environmental NGOs Network / Friends of The Earth – Pengon-Foei). Esta es una transcripción de su intervención en el webinario Palestina: la lucha por la soberanía alimentaria bajo la ocupación (Palestine: TheStruggleforFood Sovereignty underOccupation), celebrado el 5 de octubre de 2021.