Luchar por la soberanía alimentaria es luchar por tierra y alimentos sanos, por trabajo digno y el fin de la explotación, agronegocio y latifundio, por una vida sin violencia. Las mujeres son las principales responsables de producir y preparar los alimentos, por la conservación de semillas y cuidado con la biodiversidad, y acumularon esos saberes desde hace mucho tiempo. Luchar por la soberanía alimentaria es luchar también por el reconocimiento del trabajo de las mujeres agricultoras y la reorganización del trabajo doméstico, de cuidados y preparación de los alimentos.
Esta galería virtual internacional reúne fotografías del archivo fotográfico de La Vía Campesina, Amigos de la Tierra y Marcha Mundial de las Mujeres. Las imágenes demuestran cómo las mujeres son sujetos fundamentales en la siembra de una lucha política, campesina, popular y diversa por una sociedad sin cercas y sin venenos. Esta lucha se materializa en la cosecha de cada maíz criollo, de cada hierba medicinal, de cada frijol con sus múltiples colores y sabores posibles. Y también se materializa en los espacios políticos de formación, mística y acción en los cuales las mujeres son una antorcha que alumbra la organización y transformación.
El 17 de abril es el Día Internacional de la Lucha Campesina, que rinde homenaje a los 21 trabajadores sin tierra asesinados hace 25 años durante una marcha en Eldorado dos Carajás, en el estado de Pará, Brasil. El mismo año, 1996, La Vía Campesina presentaba la soberanía alimentaria como una propuesta política para hacer frente a las crisis sistémicas globales. En 2021, año en que la pandemia y el neoliberalismo avanzan sobre nuestras vidas y profundizan la realidad del hambre en el mundo, esta jornada de lucha señala también que otro mundo es posible, libre del hambre y la pobreza, del capitalismo patriarcal y racista. Un mundo con reforma agraria y soberanía alimentaria.
Esta galería pretende ser una contribución a esta jornada de lucha. A través de las imágenes, queremos demostrar que la soberanía alimentaria es un derecho de los pueblos. Y que apunta, al mismo tiempo, a un presente y un futuro distintos, que se alimentan de la memoria y se cultivan desde el protagonismo de las mujeres campesinas. ¡#NoHayFuturoSinSoberaníaAlimentaria!