Metodologías de sistematización y síntesis: el sujeto político feminista popular

20/12/2024 |

Capire

La experiencia de elaboración de un mapa mental sobre temas políticos en la Escuela Internacional de Organización Feminista (IFOS)

Uno de los principales objetivos de la Escuela Internacional de Organización Feminista «Berta Cáceres» (IFOS por sus siglas en inglés) es desarrollar metodologías y espacios de debate para la construcción de un sentido común de sujeto político feminista. Dentro de este contexto, se entiende por sujeto político feminista una identidad colectiva, basada en el legado de las luchas feministas populares contra el sistema capitalista, racista y patriarcal. Sin embargo, no se trata de una definición estática, sino que se desarrolla en el proceso de la Escuela y se basa en las concepciones que tienen las diferentes organizaciones que la componen.

El más reciente proceso de reflexión y elaboración sobre el tema se produjo a partir de una serie de debates con representantes de la Jornada Continental por la Democracia y contra el Neoliberalismo, integrada por militantes de la Marcha Mundial de las Mujeres (MMM), Jubileo Sur, Amigos de la Tierra de América Latina y el Caribe (Atalc), la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC-Vía Campesina), Grassroots Global Justice (GGJ), Alba Movimientos y el Capítulo Cubano de Movimientos Sociales. Mensualmente, a lo largo de todo el año 2024, las militantes dialogaron sobre las comprensiones y usos del sujeto político feminista como categoría en el trabajo de sus organizaciones y qué elementos lo constituyen.

En este proceso era necesario tener una metodología para sistematizar y sintetizar todos esos debates que reflejara la diversidad del tema y del colectivo político que conforma la escuela. Carmen Díaz, militante de la MMM e integrante de la comisión metodológica de IFOS, junto con Ana Karen Navarro y Nátaly Nunõ, estudiantes de la Universidad Jesuita de Guadalajara, participaron en ese ciclo de debates con la tarea de sistematizar los acumulados y hacer una síntesis de ello.

Para reflejar la diversidad y colectividad de los debates, propusieron elaborar un mapa mental que permitiera organizar los aspectos y complejidades del sentido de sujeto político feminista. “Esta propuesta de los mapas surgió porque nos servía para presentar información muy compleja como estudiantes. La presentamos al grupo y vemos qué comentarios recibe; si no, cambiamos la forma de hacerlo. Entonces, creo que estaba muy alineado con la educación popular feminista, que consiste en ir ensayando y practicando. De hecho, fue así como fuimos viendo qué nos servía y qué no”, explica Nátaly. 

El mapa se presentó por primera vez durante la edición presencial de la IFOS para Facilitadoras, que se celebró en agosto de este año en Honduras. Las responsables elaboraron una copia del mapa en papel y cartón, que se expuso durante una de las sesiones. Además, la versión digital se encuentra disponible para que las participantes de la Escuela puedan consultarla, debatir y hacer comentarios, en un proceso permanente y activo.

Sandra Morán, coordinadora de IFOS, recuerda constantemente que una de las fortalezas de ese proceso de educación popular feminista reside en la capacidad de sistematizar y organizar los debates en una memoria documental. Carmen añade que “uno de los problemas que hemos visto en los movimientos es que, aunque tenemos muchísimo conocimiento, experiencia y sabiduría acumulada, tenemos muy poco tiempo para sistematizarlo. Algo interesante de los mapas es que se están moviendo y que las conexiones se pueden reconfigurar a depender de lo que queremos explicar. El aporte de este proceso es que tenemos ya una memoria de estas discusiones en un formato diferente al que generalmente utilizamos, de las relatorías, que son difíciles de consultar”. 

Todo ese ciclo de debate y síntesis se basa directamente en los documentos elaborados desde la primera edición de la Escuela, en 2021. El objetivo, según Carmen, es recuperar los acumulados del proceso: “la idea es que esto nos permita llegar al final del año con un nuevo documento que siga abonando a esa construcción teórica de lo que para nosotras tiene sentido cuando hablamos de construcción de movimiento y de sujeto político”. 

La participación de las sistematizadoras constituyó un ejercicio práctico de metodología feminista que organizó la discusión en sí, además de tratarse de un proceso de elaboración colectiva. Era importante que la síntesis reflejara de la mejor forma posible lo que se había discutido, sin que el punto de vista final fuera el de quien la redactó. “Eso me parece que es un reto en esa tarea de quien hace síntesis. Como hacer esto suficientemente sintético para que no sea otra discusión de una hora pero suficientemente amplio también para que se vean esas discusiones que no necesariamente están resueltas y eso nos ayude a volver a empezar la siguiente discusión. Ha sido muy bonito lo que las compañeras nos han dicho: ‘pues sí reconocemos nuestra palabra, nuestras inquietudes nuestros aportes en esas sistematizaciones’”, nos cuenta Carmen. 

Karen relata que el trabajo consistía en aprender haciendo, incluso sobre temas y debates con los que no estaban familiarizadas. Si surgían tensiones en el grupo, la primera respuesta era debatir entre ellas para intentar encontrar soluciones. “Pero al final nos dimos cuenta de cuál era el objetivo de hacer esta síntesis, que no era desenredar todos los nudos que había por ahí, sino mostrar que existían esos nudos”, explica.

Otro aspecto desafiante de esa tarea era garantizar la justicia lingüística en un proceso circular de debate y síntesis llevado a cabo con hablantes de diferentes lenguas. Nátaly cuenta cómo el aprendizaje sobre el significado y la importancia de la justicia lingüística cambió su forma de ver el proceso. “Cuando te interpelan los temas, es como que adquieren la dimensión y la importancia, e incluso el compromiso político, más allá de un concepto o una teoría. Para mí, ese fue el momento más importante en el que tomamos conciencia de la justicia”, afirma.  

La elaboración del mapa ofreció nuevas posibilidades teóricas y metodológicas para la construcción del sujeto político desde la experiencia de los movimientos sociales. Los colores del mapa indican la temática de cada elemento. Los elementos en verde, por ejemplo, se refieren a los puntos de partida nombrados durante el proceso de elaboración del mapa. Los de color violeta indican aspectos de la construcción de movimiento. Y los de color rosa exponen cuestiones para una reflexión futura. Todos esos elementos señalan los aportes del feminismo a la concepción de sujeto político, los debates sobre educación popular, la investigación feminista y cómo ambos se articulan, entre otras cosas.

El mapa no es un producto final, sino una herramienta que puede contribuir a la producción de otros materiales de educación popular feminista. Las integrantes del equipo de síntesis señalaron que la última parte de este proceso consistirá en definir colectivamente cómo se presentará la información recopilada, cuáles son las posibilidades narrativas. Karen piensa, por ejemplo, que es posible producir podcasts, infografías, textos y otros materiales, buscando “traducir esta información a quienes no han estado en todo el proceso”. También están reflexionando sobre cómo ampliar el acceso al mapa y a su contenido. Durante la IFOS para Facilitadoras, Karen y Nátaly expusieron una infografía con instrucciones básicas sobre cómo elaborar un mapa mental para que se pueda utilizar esta herramienta en otros contextos y actividades.

Redacción por Bianca Pessoa
Edición y revisión de Helena Zelic
Traducido del portugués por Luiza Mançano, con citas originales en español.

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