Forman parte de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis (UNMS) mujeres que viven en los campamentos de refugiados en Argelia Occidental, que están en el territorio sarahaui ocupado actualmente por el ejército marroquí, y mujeres en diáspora. El motivo por el que las mujeres saharauis estamos en todos esos sitios es la ocupación marroquí en nuestro territorio.
Muchos de nuestro pueblo abandonaron en 1975 el territorio que hoy está ocupado debido al avance de la invasión marroquí. Los militares marroquíes lo invadieron para esclavizar al pueblo saharaui. En ese momento, no teníamos estabilidad debido a nuestra limitada capacidad militar, lo que produjo un sentimiento de inseguridad entre nosotros. Mucha gente abandonó la región que ahora está ocupada, pero con la esperanza de volver pronto. Esto no ocurrió y hemos pasado todos estos años aquí, en los campamentos de refugiados.
Es vital que creemos un entorno en el que las mujeres saharauis no sufran más el prolongado tiempo que llevan aquí y que no sientan que no pueden hacer nada por su pueblo. En este sentido, debemos asegurar la organización política para que las mujeres puedan desarrollar su modo de vida. Esta es la labor política y social llevada a cabo por la UNMS, que se inició en 1975, un año después de la ocupación marroquí, y sigue aquí, en los campos de refugiados, construidos desde cero por las mujeres.
En la UNMS intentamos generar conciencia sobre nuestro contexto político y garantizar la participación de las mujeres en la política. Intentamos evitar que se produzcan problemáticas sociales propias de las mujeres, ya que no hay sociedad sin problemas. Garantizamos que las mujeres ocupen puestos de decisión. A la vez, animamos a las mujeres a ser autosuficientes a través de sus propios pequeños emprendimientos o proyectos cooperativos.
Las mujeres en la vanguardia de la política
Hablamos de política desde dos perspectivas: la nacional y la internacional. A nivel nacional, afirmamos que la República Árabe Saharaui Democrática es un país en desarrollo. Con base en ello, necesitamos sensibilizar a las mujeres sobre la política. ¿Y cómo lo hacemos? Difundimos una conciencia política a la vez que la ponemos en práctica. En esto estamos ahora: organizando a las mujeres para que estén en el Gabinete General del Frente Político. También tenemos mujeres en el Parlamento, mujeres representantes en los países que nos reconocen y mujeres embajadoras. A nivel internacional, ayudamos a las mujeres a difundir su mensaje en más contextos, a difundir la causa saharaui. Participan en congresos internacionales, conferencias, y les ayudamos a afiliarse a esas organizaciones y asociaciones internacionales.
Tenemos la esperanza, tenemos la voluntad y un día haremos realidad esta visión. Todo el trabajo político y de organización que estamos haciendo en las tierras de Algeria y en los campamentos de refugiados lo aplicaremos aún mejor en nuestra tierra.
Una lucha pacífica
El pueblo saharaui tiene una naturaleza pacífica. Pensamos que cualquier nueva línea de actuación debe ponerse en práctica de forma pacífica. Con nuestra labor, difundimos la paz y luchamos por la paz y la soberanía aquí en los campamentos de refugiados. También en el territorio ocupado, las protestas de las mujeres saharauis son pacíficas. Allí, las mujeres luchan por el derecho a ser reconocidas como mujeres saharauis, a expresar su cultura y sus raíces.
La respuesta es violenta: las golpean, torturan y violan simplemente por decir «soy una mujer saharaui». Son arrastradas por el pelo y encarceladas por hombres de las fuerzas militares marroquíes. Este es el tipo de opresión que ejercen sobre una pacífica mujer saharaui.
La gente no lo sabe porque hay un enorme bloqueo mediático que prohíbe informar sobre estos actos de violencia. Los periodistas no pueden entrar en el territorio, y la gente que vive allí tiene dificultades para comunicarse con los de fuera.
Quieren obligarnos, por medios políticos, a hacer lo impensable: permitir la implantación de un Estado autónomo marroquí en el territorio. A esto lo llamamos violaciones de la ley, cuyo objetivo es torturar al pueblo saharaui y robar nuestros recursos. Es una ocultación de la verdad.
Recurrir a la guerra es nuestra última solución. Hubo guerra al principio, que se detuvo bajo las condiciones establecidas por la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental, la MINURSO, pero Marruecos no las está cumpliendo. Y por eso estamos otra vez en guerra.
Quien nos representa como saharauis es el Frente Político de la República Árabe Saharaui Democrática, el Frente Polisario (Frente Popular para la Liberación de Saguia el-Hamra y el Río de Oro). Cuando los del Polisario nos dicen que van a retomar la guerra, lo entendemos, porque en origen es un derecho legítimo. Aunque las mujeres saharauis no apoyamos la guerra, apoyamos cualquier forma de movimiento que pueda aportar una solución. Este es el camino que hemos encontrado para la solución y lo estamos transitando.
Queremos el derecho a la autodeterminación, a decidir por nosotras mismas. Queremos que la Asamblea General de las Naciones Unidas reconozca nuestra legitimidad internacional y que su emisario nos reconozca como pueblo con derecho a la soberanía. Pero sólo la vía institucional no nos ha llevado a nuestros derechos. Llevamos más de 45 años viviendo como pueblo refugiado y el Consejo de Seguridad aún no ha encontrado una salida. Esta sombra es el resultado de la fuerza de la opresión en el territorio ocupado.
El-Ejla Chejh Alla (Ayla Chejh) es una mujer saharaui nacida en los campos de refugiados de Argelia. Forma parte de la dirección la Unión Nacional de Mujeres Saharauis – UNMS y coordina el departamento de medios de la organización.