La 5ª Feria Nacional de Reforma Agraria reunió en São Paulo, Brasil, a más de 2.000 agricultores e agricultoras de los asentamientos y campamentos del Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST) entre el 8 y el 11 de mayo de 20251En el contexto brasileño, los campamentos del MST son espacios en el medio rural, generalmente ociosos y que no cumplen la función social de la tierra, ocupados por familias sin tierra como táctica para reivindicar el cumplimiento de la reforma agraria. Los asentamientos son zonas que ya han pasado por la reforma agraria, donde las familias tienen la seguridad jurídica para permanecer y producir.. Fueron 580 toneladas de alimentos, una gran diversidad de 1.920 tipos de productos, 23 cocinas regionales, arte, cultura y debates que sintetizaron y expresaron, en la práctica, la agenda de la Reforma Agraria Popular y su centralidad en la coyuntura brasileña. Publicamos en Capire imágenes de la participación de las mujeres agricultoras en la Feria, producidas por la Comunicación del MST, y extractos del artículo de Nívia Regina, dirigente del MST e integrante de la Brigada Internacionalista del Movimiento en Cuba. El artículo completo se puede leer, en portugués, en el sitio web del MST.
La Feria Nacional es una gran rueda de la agroecología
En el marco de esta gran rueda de la agroecología que es la Feria Nacional, recuperamos algunos elementos de cómo el movimiento ha ido construyendo, a lo largo del tiempo, la agroecología en sus territorios. Esta no es una sistematización detallada, pero sí un canasto de hechos históricos que muestran el vínculo del MST con la agroecología, para seguir animándonos en este camino.
La lucha de los pueblos por el derecho a la tierra y en defensa de sus territorios —como los pueblos indígenas, la lucha en los Quilombos de Palmares, Canudos, Contestado, las Ultabs, las Ligas Campesinas— fueron luchas por el derecho a existir, en el ejercicio de su trabajo con la naturaleza, en diferentes formas de sinergia, cooperación e incluso antagonismos, donde, más o menos conscientemente, se buscaba una interacción con la naturaleza.
El desarrollo de la agricultura capitalista, con la posterior adopción de la Revolución Verde, alteró severamente la naturaleza, promovió el sometimiento de los pueblos originarios y la mayor migración campesina de la historia, impactando sus conocimientos y sus prácticas, imposibilitándoles desarrollar sus potencialidades como forma social de producción y apropiación de la naturaleza. Por eso, la lucha por la tierra, por la reforma agraria y en defensa de los pueblos originarios significó también enfrentar este modelo destructivo de explotación de la agricultura.
En los inicios del MST, la prioridad del trabajo dentro de los asentamientos consistió en acciones como la lucha por la educación, la infraestructura básica, el inicio de la organización de la producción, con incentivos a la cooperación agrícola de las familias asentadas (incluso informales o espontáneas), el crédito rural, la asistencia técnica, el incentivo al beneficiamiento, ampliando la capacidad de las familias asentadas para resistir y permanecer en la tierra y desarrollar las fuerzas productivas.
¿Cómo se desarrolla la agroecología en el MST?
En los primeros quince años del MST, la organización de los asentamientos concentró grandes esfuerzos en desarrollar nuevas formas de relaciones sociales de producción. La creación del Sistema Cooperativo de Asentados (SCA) fue un marco importante, que nos llevó a aprender de experiencias de otros países, como Cuba. En este período nacieron iniciativas importantes como la Confederación de las Cooperativas de Reforma Agraria (Concrab), las Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPAs), un sistema de formación integrado a la producción cooperada (como el Curso de Técnicos en Administración de Cooperativas), y otras formas de cooperación que reflejan el lema de nuestro II Congreso en 1990: “Ocupar, resistir y producir”.
Durante la década de 1990, con el desarrollo del neoliberalismo, se produjeron transformaciones en la forma como el capitalismo estructuraba la producción y el trabajo, con innovaciones tecnológicas, privatización y globalización. Se consolidó el proyecto agrario brasileño, con base en la agenda “Nuevo Mundo Rural”, impulsada por el Banco Mundial. Los programas de crédito y asistencia técnica de los organismos públicos operaron para el desarrollo de una agricultura intensiva en insumos, subordinando el desarrollo del campesinado a los paquetes tecnológicos.
Este proceso afecta al MST, que busca formas de desarrollar y socializar tecnologías dominantes para expandir la producción en áreas de baja calidad, adquiriendo insumos de la Revolución Verde, trayendo desafíos económicos, técnicos, políticos y culturales, debido a la alta dependencia y endeudamiento de muchos proyectos de asentamiento.
Al mismo tiempo, en diferentes asentamientos se fueron desarrollando diversas iniciativas, como prácticas de agricultura orgánica, huertos medicinales, agroforestería y semillas nativas. Junto con aliados y colaboradores de instituciones públicas de investigación, enseñanza y extensión rural y de la sociedad civil organizada, el MST fue gradualmente acumulando su insatisfacción y crítica al modelo de la Revolución Verde y desarrollando trabajos coordinados que producían otros paradigmas productivos alternativos.
La agroecología en el MST y el enfrentamiento al agronegocio
La agricultura brasileña de la década de 2000 consolida el agronegocio, dejando claro al MST que factores como el aumento de la concentración de la tierra, el control de la producción y circulación agrícola por parte de empresas transnacionales, de las commodities y la base tecnológica de la Revolución Verde con las biotecnologías y el uso intensivo de agrotóxicos y transgénicos eran elementos de un mismo proyecto de muerte para el campo brasileño.
El IV Congreso del MST (2000) lanza el afiche “Nuestros compromisos con la Tierra y con la vida”, que establece el compromiso de defender y preservar todas las formas de vida en el planeta, cuidar y proteger la tierra y el agua, no quemar, etc. De esta manera, marca su crítica al modelo agrícola del agronegocio y proyecta el desarrollo de líneas políticas y acciones concretas para la construcción de un nuevo modelo tecnológico basado en la agroecología.
Este período es la fase en que el MST más se apropia e internaliza el debate sobre la agroecología. En 2001, el sector productivo lanzó el folleto Qué tener en cuenta en la organización de los asentamientos — la discusión en el campamento, trabajando con la militancia sobre dimensiones relacionadas a la organización de nuevos asentamientos, siendo uno de los ejes “Una nueva forma de producir”, en el que el MST afirma que “la agroecología debe guiar nuestras prácticas productivas”. Durante este período, el sector se transformó en el Sector de Producción, Cooperación y Medio Ambiente.
La reforma agraria popular y la agroecología
En el VI Congreso Nacional de 2014, la reforma agraria popular ganó impulso con la propuesta del Programa Agrario, y el lema del congreso “Luchar, construir la reforma agraria popular” proyecta al MST hacia la implementación de la propuesta, a partir de sus territorios, sectores y colectivos. Y es dentro de la reforma agraria popular, que interesa no solo a los sin tierra, sino también a la población que vive en las ciudades, que la agroecología encuentra su posibilidad más concreta de masificación.
En 2015, el MST realiza la 1ª Feria Nacional de Reforma Agraria, poniendo en marcha un amplio diálogo con la sociedad sobre el uso de la tierra, la producción y el consumo de alimentos saludables y la agroecología.
Esta articulación entre el campesinado y la clase obrera urbana es la materialidad de la reforma agraria popular.
Actualidad y desafíos
Muchas experiencias se han ampliado en los estados, fortaleciendo alianzas con gobiernos populares, universidades e institutos, con movimientos del campo y de la ciudad.
Actualmente contamos con una mayor diversidad de cadenas productivas consolidadas, incluso en un contexto profundo de cambio climático y desastres ambientales (sequías prolongadas, fuertes lluvias, inundaciones). La empresa pionera en agroecología, la Bionatur, cuenta con más de 50 variedades de diferentes especies, aproximadamente 8 toneladas de semillas al año. En la cadena del arroz, incluso con el gran impacto sufrido en Rio Grande do Sul en 2024, la 22ª Fiesta de la Cosecha del Arroz Agroecológico celebró la cosecha 2024/2025 de catorce mil toneladas del grano.
En el ámbito de la formación en agroecología, seguimos avanzando con muchas acciones de educación informal, formal y de formación política. Se han desarrollado numerosas actividades en los campamentos, asentamientos y centros de capacitación en los estados, construidas en alianza con universidades e instituciones y convenios con el Pronera, con cursos no escolares y escolares en los niveles técnico, tecnólogo, especialización y maestría.
Iniciativas de los últimos cinco años, como el Programa Bioinsumos y el Plan Nacional “Plantar Árboles, Producir Alimentos Saludables”, son herramientas técnicas y políticas que buscan seguir profundizando la agroecología en el MST. La producción de bioinsumos, que ha sido apropiada por empresas transnacionales, es una acción necesaria para buscar aumentar la productividad de nuestros cultivos sobre una base ecológica. Para lograrlo es fundamental estudiar, investigar, promover la producción local y construir estructuras de biofábricas para la producción masiva de bioinsumos. De esta manera, el movimiento ha trabajado en el desarrollo de formaciones y experiencias en los estados.