Telesur cumple 18 años de batalla comunicacional

24/07/2023 |

Capire

Lee la entrevista a Patricia Villegas, presidenta de Telesur

Telesur, 2020

El 24 de julio de 2005, Telesur hizo su transmisión inaugural desde Caracas, Venezuela. La fecha coincidió, intencionalmente, con el natalicio de Simón Bolívar. En medio a coyunturas de ataques y bloqueos desde el imperialismo contra Venezuela, Telesur se consolidó tejiendo alianzas en América Latina y el Caribe, así como se ha internacionalizado. En vivo y en directo, Telesur reveló al mundo golpes como el de Honduras, en 2009, así como combatió la desinformación de los medios hegemónicos, como en Libia, el 2011. 

Periodista colombiana y fundadora de Telesur, Patricia Villegas llegó a Caracas “cuando Telesur era un proyecto en una hoja de papel”. En aquel año, desde Venezuela, buscaban comunicadoras y comunicadores de diferentes países de latinoamerica y fue por un referente del movimiento obrero del Valle del Cauca, entonces intendente de Cali, que llegaron a Patricia con la invitación a sumarse en el proyecto. “Me cambió por completo la vida. Me fui para Caracas con mucha convicción, era el momento de plena expansión del proyecto bolivariano. No solamente nace Telesur, también nace el ALBA y todas estas herramientas del proyecto bolivariano que encarnaba el comandante Hugo Chávez”.

Celebramos los 18 años de Telesur con la publicación de la entrevista realizada por Capire con Patrícia Villegas.

Cuando tú miras hacia atrás, te das cuenta de la capacidad que has tenido para resistir, reinventarse y reorganizar tu propia vida en función de un proyecto colectivo. Eso es Telesur.

¿Cuáles han sido los desafíos de crear, sostener y desarrollar una red de televisión internacional desde un país víctima de asedio y sanciones imperialistas?

Cuando se dieron los ataques energéticos a Venezuela [en 2019], el país se quedó a oscuras y Telesur siguió funcionando. Además, acogió a otros medios que fueron a sus instalaciones. Fueron momentos muy duros, pero ahí estuvimos nosotros. Es una prueba de resistencia personal e institucional. Tienes la convicción de que la causa es justa y que hay que hacer lo que se tenga que hacer para sostener condiciones objetivas. Tuvimos gente que resistió a meses sin salario, proveedores que resistieron a meses sin pago. Los primeros años logramos hacer una buena infraestructura tecnológica que, aún sin inversión en esos años difíciles, nos han permitido sostenernos. Nunca planteamos sólo resistir, también planteamos avanzar. Por eso, en medio de la complejidad, creamos la señal en inglés hace seis años.

Telesur nació con el viento a favor, pero fue más necesaria cuando tuvo el viento en contra. Tuvo que darse una cantidad de circunstancias para que el canal naciera. Es muy relevante el contexto del viento a favor. Venezuela venía del golpe, era económico y militar, pero también era un golpe mediático. Chávez regresa con una cantidad de ideas, entre ellas la de construir una comunicación a lo interno y a lo externo que cuente la verdad de Venezuela. Ahí nace una política pública venezolana en términos de comunicación y se fortalece la comunicación popular. Se junta con la idea bolivariana que retoma el comandante Chávez de la patria grande, y que encuentra en este escenario regional propicio.

El viento en contra hizo que fuera más difícil nuestro proceso interno de crecimiento. Hubo que reinventarlo y hubo que reinventar formas de hacer las cosas. Allí ha sido clave la relación que surgió desde el principio con el movimiento popular latinoamericano organizado.

Te voy a poner un ejemplo: cuando en Ecuador empezaron a salir los informes de los muertos por covid-19, que la salud pública no recogía para enterrarlos, sino que se morían en sus casas. Las personas con miedo de esa enfermedad tan asustadora los mandaban los cuerpos a las calles. El presidente de Ecuador dijo que era mentira. Nosotros habíamos hecho nuestros primeros talleres de capacitación de periodismo popular con los movimientos sociales y llamamos a estas personas que habían estado en Caracas haciendo parte de nuestros cursos. Les dijimos: “necesitamos corroborar esta información”. Fue con ellos que nosotros fuimos casa a casa, preguntándole a la gente y así logramos reconstruir esa historia que el gobierno se negaba a reconocer. Y así hay muchos otros casos que nos permitieron seguir cumpliendo la labor de informar.

Eso pasó aunque ya no tuviéramos la capacidad de mover los equipos de un lado a outro, porque eso requiere logística y infraestructura, además que el bloqueo a Venezuela tiene carácter financiero. Una sencilla transacción que cualquiera hoy hace de una manera muy simple para Venezuela es una complicación enorme. En el multimedio del periodismo, las noticias queman, no puedes esperar. Tienes esa cantidad de obstáculos que superar entonces empiezas a crear alternativas. Eso es lo que ha pasado estos años.

¿Cuáles fueron las situaciones notables y los desafíos de esa capacidad periodística que tiene Telesur de estar ahí, en vivo y en directo, haciendo las transmisiones?

Desde el principio, el desafío fue competir a nivel técnico y estético con los llamados grandes canales del mundo, pero con nuestra historia, con los ángulos de nuestras historias, y ahora, yo diría, con la verdad de los hechos. Hemos ido cambiando el análisis del discurso mediático. En el momento en que nace, Telesur es básicamente un canal de televisión. Luego ha venido toda la digitalización y la multiplataforma, que han exigido aprender a contar para las distintas audiencias.

Telesur nace en el 2005 con todo este contexto político interno en Venezuela. En el contexto regional tiene su verdadero nacimiento, a mis ojos, en la cobertura del golpe de Estado en Honduras. Ese era un día de elecciones. Muy temprano en la mañana una de las periodistas que teníamos desplegadas en Tegucigalpa se va para la casa de gobierno. Unos minutos después me llama y me dice: “te subo señal porque en esta casa alguien entró, algo pasó”. Yo me acuerdo estar viendo esas primeras imágenes en la sala de noticias y, claro, eran tan incuestionables. No se podía cuestionar la imagen porque estaba en directo. Telesur le cuenta al mundo que el presidente Zelaya tiene un paradero desconocido. Todavía no sabíamos a dónde se lo habían desplazado. Luego tener toda esa historia en vivo y en directo, con capacidad para transmitir eso, ha sido fundamental. CNN estaba en Tegucigalpa esa misma mañana, pero por qué no la contó? No la contó porque no la iba a contar.

En muchos momentos duros y difíciles de estos años, la historia de América Latina reciente podría ser distinta si no hubiera estado una cámara de Telesur que logró que esa historia se contara tal cual como había sucedido.

¿Cómo ha sido construida la estrategia para distribuir la producción de Telesur?

Al inicio nos empeñamos en distribuir la señal de todas las formas posibles. Hacíamos alianzas con todo el mundo, desde los más chiquitos. No desdeñábamos a nadie por su tamaño, tampoco nos deslumbrábamos con los más grandes. En América Latina es tan importante que te tengan de referencia en una radio local, como que te tenga de aliado estratégico un gran canal chino. Si Macri nos quitara del paquete básico de cable en Argentina, que nosotros igual tengamos otros lugares donde la gente puede buscar. No quiere decir que no te golpee, pero no te elimina, no te borra del mapa, qué es lo que lamentablemente le ha pasado a otros compañeros.

No es solamente la distribución de la señal, sino poder producir contenidos en conjunto con otros canales y otros medios. El bloqueo a la realidad de la región era muy fuerte y nos interesaba encontrar caminos y vías que permitieran burlar un poco ese bloqueo. Ahí nace el programa con los rusos, con los iraníes, con los chinos. Nacen alianzas mundiales que nos permitieran contar qué era Telesur a esas otras audiencias. Empieza el trabajo con Maradona, que para mí es una de las grandes experiencias. Que Maradona se haya vinculado de manera tan fuerte con Telesur es un hito. Esa idea mentirosa de que el deporte y la política no van juntos se derrumba en la práctica con la presencia de Maradona en Telesur

Hay una agenda política de la comunicación como derecho, que involucra la democratización de comunicación y, actualmente, todo el debate de soberanía digital y tecnológica vinculada con la comunicación. Desde la experiencia de Telesur que nace con esa perspectiva de que comunicación es un derecho, ¿cómo has visto la evolución de esa agenda política de la comunicación?

Hace 18 años la conversación sobre esto era todavía cosas de guetos. El gran público no estaba muy enterado de cómo los medios le mentían y, en esa mentira, le ayudaban a la construcción de una opinión acerca de casi todas las situaciones. Hoy eso ha cambiado. Ese cambio le permite a Telesur demostrar que, cuando hay una verdad, esa verdad es respetable. Se puede mover los cimientos de tu edificio pero tú tienes la verdad. O sea, tienes la casa de Zelaya baleada, tienes la Plaza Verde de Trípoli, Libia, con niños jugando fútbol y no bombardeada.

Ese debate sobre el rol de los medios de comunicación en la construcción de la opinión personal y la opinión pública en determinados temas hoy es una es una una conversación que nadie pone en duda. Las razones por las cuales eso hoy es así son múltiples y variadas. El mundo de las telecomunicaciones a nivel técnico y a nivel de disputa de los sentidos del relato es muy intenso y vertiginoso. Mañana cambia la forma de proceder y la forma de hacer. Eso lo hemos visto a lo largo de estos 18 años, para poder hablar de la construcción de medios de comunicación con criterios distintos a los comerciales, pero con el impacto y la llegada de los comerciales, y sin perder los principios —porque también hay gente que hace “comunicación alternativa” pero al final cierra un noticiero con imágenes sexualizadas de mujeres. La gracia es que, con unos criterios y unos principios de valor, puedas construir incluso ciudadanía desde los medios de comunicación.

Aparte de la batalla por producir contenidos distintos, que en mi opinión pasa por producir los contenidos sobre los cuales la gente está hablando y encontrar fuentes distintas a las que tradicionalmente tiene un periodista en su libreta, la agenda política de la comunicación pasa por dos cosas. Una es la alfabetización, que no es una labor propiamente de los periodistas ni de los medios de comunicación, y tiene que ver con políticas públicas. Tenemos que exigirle a los Estados que alfabeticen los ciudadanos para entender estos nuevos medios y comprender dónde están las falacias de ellos. Hemos demostrado en otros momentos que hemos podido alfabetizarnos. Por ejemplo, los cubanos con su método “Yo, sí puedo” prácticamente enseñaron a leer y a escribir a los pobres latinoamericanos y caribeños. ¿Por qué no lo podemos hacer ahora? Yo sí creo en las utopías, porque he tenido la fortuna y la responsabilidad de estar en la construcción de una. Otra cosa muy importante es la construcción de autopistas proprias.

Tenemos que seguir poniendo nuestros contenidos en todas las autopistas de ellos, ser competitivos en la parte estética, en la narración, sin perder nuestra esencia. Pero si no creamos autopistas propias, van a seguir censurándonos.

Telesur perdió, de un momento a otro, dos millones de seguidores en YouTube, porque YouTube decidió clausurarnos el canal. Tuvimos que volver a comenzar. Ahora vamos por más de 30 mil. YouTube es la gran pantalla, no puedes no estar allí. Pero esas son sus reglas, son sus fórmulas. Mañana nos puede volver a pasar y no hay a quien ni siquiera hacer un planteo. En Facebook en inglés pasó algo peor. Nos pusieron contenido pornográfico y al hacerlo la propia red social nos censura, nos bloquea. A pesar de haber cumplido todas las reglas y solicitudes para que nos devolvieran las claves de nuestra cuenta, hubo que volver a empezar. Esto todo ocurre en momentos en los que Telesur es una fuente alternativa para noticias de gran impacto global.

Hoy no es solamente un trabajo de producir contenidos, de saber dónde poner la cámara, cómo contar una historia y hacerla atractiva. En paralelo para que la batalla tenga alguna posibilidad de librarse, ni siquiera estoy diciendo de ganar, hay que trabajar fuertemente en alfabetización digital y en la construcción de las propias autopistas.

Entrevista conducida y editada por Tica Moreno

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