Mariah Parker, alias Linqua Franqa, es une artista de hip hop, trabajadore de la cultura, compositore y MC. Actualmente vive en Atlanta, Georgia, en Estados Unidos y lleva siete años dedicándose a la música. El comienzo de su trayectoria se produjo por el deseo de reinventarse, y en 2022 lanzó su último álbum.
La canción que da nombre al álbum, «Bellringer», rinde homenaje a Latasha Harlins, una chica de 15 años a la que el dueño de un mercado disparó en la cabeza por la espalda en 1991 en Los Ángeles. Ese episodio fue uno de los orígenes de las protestas que estallaron en la ciudad en 1992, con una serie de levantamientos y revueltas contra la brutalidad racista hacia las personas negras y otras minorías, y también contra la impunidad policial. “Cuando la gente piensa en los disturbios de Los Ángeles, piensa en Rodney King, que recibió una paliza de la policía, pero a menudo se olvida la muerte de Latasha Harlins como uno de los hechos que desataron esa loca revuelta en la ciudad”, explica. La canción capta el momento, nos trae el recuerdo de Latasha y las protestas que inspiró, y recuerda a todas las mujeres negras que murieron sin razón, diciendo “si muero, no recen, ¡rebélense!”.
Además de dedicarse a la música, Mariah también trabaja en el sector cultural y apuesta por hacer de la música y la producción artística algo que una a la gente. Cuando empezó a trabajar en esto en 2013, la organización de eventos de hip hop en Atenas, también en el estado de Georgia, una ciudad de mayoría blanca, fue una actividad política que rompió las barreras raciales. Mariah dice que antes “los géneros musicales no se mezclaban”.“No teníamos conciertos de hip hop, los blancos no solían ir a esos conciertos o tenían ideas equivocadas sobre la comunidad hip hop. Así que el objetivo era acercar las culturas a través de esos eventos con la intención de romper parte de la segregación racial que aún existía…”.
Escucha el álbum completo aquí:
El arte en la lucha y por la lucha
Para Mariah, hacer frente al sistema capitalista, racista y patriarcal puede provocar sentimientos de aislamiento, soledad, cansancio y depresión. Por eso, cree que es importante impulsar la alegría y la conexión entre las personas a través del arte. Con el arte podemos “crear momentos que nos permitan salir de nuestro aislamiento, unirnos y recordar que la alegría es posible y que este es el mundo que estamos intentando construir: un mundo alegre». Especialmente para la sostenibilidad de la lucha, que es muy difícil. Necesitamos esos momentos en los que simplemente podemos estar vives y ser humanes”.
El arte tiene aún más fuerza cuando puede combinarse con la lucha. “Estamos celebrando, pero también estamos celebrando la lucha”, afirma. Durante la pandemia, Mariah empezó a componer cada vez más canciones como forma de elaborar lo que se informaba en las noticias desde una perspectiva política y las luchas populares. Los videos y performances que publicaba en Internet representaban ese trabajo, como dice Mariah bromeando. “No estoy diciendo que te organices con tus colegas de trabajo para hacer huelga, pero mira qué idea genial para tener en cuenta. Yo también uso la música para eso”. Además de su trabajo como Linqua Franqa, Mariah también forma parte del Sindicato de Trabajadores de Servicios del Sur (Union of Southern Service Workers — USSW), que organiza a las personas que trabajan en el sector de la comida rápida en toda la región sur de Estados Unidos. Mariah también forma parte de la lucha por el fin de la supremacía policial en la campaña Stop Cop City (Detener la ciudad policial).
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Mariah y muchas personas en todo el mundo están saliendo a la calle y protestando a través del arte en solidaridad con la lucha palestina y contra la ocupación israelí de Palestina y la guerra contra Gaza.
Idioma original: inglés