Un genocidio interminable en Palestina

28/03/2025 |

Capire

Una organización vinculada a La Vía Campesina denuncia la violencia de Israel sobre Gaza y Cisjordania

En la noche del 17 de marzo de 2025, las Fuerzas de Defensa de Israel perpetraron otra serie de ataques en territorio palestino, pese al acuerdo de alto el fuego que duró menos de dos meses. Aviones militares israelíes bombardearon varias zonas del territorio palestino, desde la ciudad de Gaza, al norte, hasta Jan Yunis, al sur. Según las últimas cifras publicadas por el Ministerio de Salud de Gaza, los ataques israelíes mataron 591 palestinos, entre ellos 200 niños, y dejaron 1.042 heridos en el enclave desde que Israel incumplió el alto el fuego. Los ataques siguen ocurriendo pese al cumplimiento, por parte de los grupos de resistencia palestinos, al acuerdo de alto el fuego. En Gaza, incluso antes de estos últimos ataques, Israel ya había vuelto a bloquear la entrada de agua, alimentos y otros artículos de primera necesidad para los palestinos. Como expresó La Vía Campesina ante los recientes ataques contra civiles en Gaza durante el Ramadán, “esto es un genocidio. Es un intento organizado y sistemático de borrar al pueblo palestino, y el mundo lo está permitiendo”. 

Según el testimonio de Amjad Shawwa, director de la Red de ONG palestinas (PNGO Network), disponible aquí, “75,000 personas se encuentran en el norte de Gaza, sin comida ni ayuda humanitaria desde hace dos meses. Han sido desplazadas tres o cuatro veces. El 70% de las personas muertas son mujeres y niños. El 70% de los hospitales ya no funcionan. Y los problemas alimentarios son insolubles: en la franja de Gaza se producían cítricos, naranjas, uvas, guayabas y fresas. Todas estas producciones han sido destruidas y ahora la hambruna se ha desatado. Antes del 7 de octubre, 700 a 800 camiones cruzaban la frontera, hoy solo hay entre 30 y 40 al día, lo que representa solo el 5% de las necesidades diarias. Las ONG hacen lo que pueden para ayudar a la gente”.

En Cisjordania, militantes de la Unión de Comités de Trabajo Agrícola (Union of Agricultural Work Committees — UAWC), vinculada al movimiento campesino internacional La Vía Campesina (LVC), denunciaron como la violencia que cometen el ejército y los colonos israelíes se intensificó rápidamente. Como lo explican en un comunicado difundido el 27 de enero de 2025: “Tras el alto el fuego en Gaza, la ocupación israelí anunció un cambio en su enfoque militar y en la asignación de recursos hacia Cisjordania. Como parte de esta estrategia, las Fuerzas de Ocupación Israelíes (IOF) han declarado su intención de aumentar la escala e intensidad de sus operaciones en la región y de redistribuir tropas desde Gaza, incluida la “Brigada Nahal”. Estos movimientos evidencian una intensificación clara y sistemática de los esfuerzos israelíes por expandir su control sobre la tierra palestina y desmantelar la sociedad palestina”.

Según declaran en esta misma nota, “El Consorcio de Protección de Cisjordania (WBPC, por sus siglas en inglés) ha registrado más de 2.274 incidentes de violencia de colonos, incluyendo agresiones físicas, incendios provocados y destrucción de propiedades. El robo de tierras en Cisjordania ha alcanzado proporciones históricas, dejando a miles de palestinxs desplazados, despojados de sus medios de vida y desconectados de su tierra ancestral solo en el último año.”

Tras la intensificación del genocidio palestino en Gaza desde el 7 de octubre de 2023, la ocupación israelí de Cisjordania resultó aún más devastadora. En 2024, se robaron más tierras en esta región que en los últimos 30 años en total, desde los Acuerdos de Oslo de 1993. Este aumento de las zonas ocupadas se refleja también en la restricción generalizada y violenta de la circulación de los palestinos entre las ciudades de Cisjordania. “La Comisión de Resistencia a la Colonización y el Muro reporta 898 obstáculos a la circulación en toda Cisjordania, que restringen la circulación y el acceso a los servicios básicos, especialmente para las comunidades del Área C”, explica la UAWC en un comunicado. En una bitácora, Fanny Metrat y Morgan Ody, dos militantes de La Vía Campesina que participaron en una brigada internacional en esa región en diciembre de 2024, relatan lo que esto significa para la vida de los palestinos que viven en Cisjordania.

Una misión militante

La escalada de las masacres en Gaza y la abierta intención genocida del gobierno israelí de extrema derecha que está en curso desde 2023 han llevado a La Vía Campesina a intensificar su labor de solidaridad con las y los agricultores palestinos. Así, se volvió imperativo organizar una visita de una delegación a Cisjordania. Entre el 8 y el 18 de diciembre de 2024, una delegación de nueve campesinos, todos miembros de La Vía Campesina, viajó a Cisjordania en una misión de apoyo y solidaridad con el pueblo palestino y las organizaciones palestinas que forman parte de LVC, como la UAWC. Las misiones de solidaridad son importantes herramientas de presión internacional, y son el resultado de los esfuerzos colectivos de organizaciones populares de todo el mundo. Por ejemplo, como nos cuentan los militantes en su blog, muchas veces fue la llegada de voluntarios internacionales para trabajar en la producción agrícola palestina en Cisjordania lo que garantizó que Israel no destruyera las plantaciones y brindó protección a las y los agricultores a la hora de acceder a sus tierras para la cosecha. Fanny y Morgan, de la Confederación Campesina de Francia, participaron en esta última delegación y redactaron una bitácora en la que presentan su experiencia en primera persona. Sus testimonios, que van en contra de todo el discurso criminalizador y homogeneizador de los medios occidentales, exponen la realidad de la vida de los palestinos en esa región durante la ofensiva militar.

Desde el primer día, pudieron observar cómo es la vida de los palestinos bajo la ocupación institucionalizada. Cuando llegaron al aeropuerto de Tel Aviv, les recibió un miembro de UAWC encargado de acompañarlas a Jerusalén, cuyo auto tenía una matrícula especial que le permitía viajar entre las ciudades ocupadas. Como lo explican, “este es un aspecto esencial del sistema de apartheid en Israel/Palestina. Los israelíes tienen matrícula amarilla y derecho a circular en Israel, Jerusalén y Cisjordania ocupada. Los palestinos tienen matrícula blanca y no pueden acceder a Israel ni a Jerusalén (ni siquiera a Jerusalén Este, aunque debería formar parte de los territorios palestinos). Existe, además, una categoría específica de palestinos residentes en Jerusalén que tienen matrícula amarilla y una tarjeta de identidad especial. Un sistema complejo de rutas permitidas para unos y prohibidas para otros, junto con barreras y múltiples puestos de control, completa este dispositivo kafkiano”.

La ocupación y el genocidio afectan directa y brutalmente la disponibilidad de alimentos en toda Palestina. Según la información compartida por Morgan y Fanny, el ministro de Agricultura, Rezeq Salimia, les explicó que Palestina tiene la capacidad de ser autosuficiente en la producción de alimentos, especialmente hortalizas, aves de corral, aceite de oliva y dátiles. Lo mismo puede decirse de la pesca, sobre todo en Gaza. Sin embargo, la ocupación permanente, el bloqueo y los repetidos ataques han afectado gravemente al sector, dejándolo inoperativo desde el 7 de octubre de 2023. El uso de armamento pesado para destruir la tierra no solo mató a la gente, sino que también contaminó el suelo, que se volvió infértil e inadecuado para la siembra. Además, la amenaza constante de ataques aéreos, que pueden producirse en cualquier lugar sin previo aviso, hace casi imposible cultivar la tierra en la Franja de Gaza.

En Cisjordania, prácticamente toda la economía local se basa en la agricultura, pero la expansión de los asentamientos israelíes amenaza cada vez más la producción. La situación ha empeorado desde el 7 de octubre, con la expansión de los asentamientos, el acaparamiento de tierras, el bloqueo de carreteras y los ataques de los colonos a los agricultores. Esto ha provocado un cambio en las políticas agrícolas para hacer frente a la emergencia. Según el ministro de agricultura, sin no hubiera ocupación, Palestina estaría lista para alcanzar la soberanía alimentaria.
 

Se tradujeron al inglés y al español los fragmentos de los dos primeros días del viaje, que se publicaron en la página web del III Foro Mundial Nyélèni. La bitácora completa de las dos militantes está disponible en la página web de LVC. En sus relatos diarios hablan de las ciudades que visitaron en Cisjordania y de las personas que conocieron durante el viaje, toda una crónica de la ocupación. Como explican en la entrada de su diario sobre el tercer día de viaje, “Los pueblos palestinos están situados en los valles, rodeados de olivares y otros cultivos, cerca de fuentes de agua. En cambio, los colonos israelíes se instalan en las cimas de las colinas, que son menos hospitalarias, por razones claramente estratégicas. Desde estas alturas, dominan literal y figurativamente”.Frente a una nueva fase de la violencia israelí, que sigue matando palestinos, es fundamental mantener la resistencia local y el movimiento de solidaridad internacional y de denuncia del Estado de Israel y de su dirigente Benjamin Netanyahu. En este sentido, la UAWC defiende que “los Estados deben cumplir sus obligaciones legales, tal y como determinan la sentencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y la Asamblea General de las Naciones Unidas, según las cuales Israel debe poner fin a su ocupación de Cisjordania. […] El coste de la inacción se mide en vidas perdidas, comunidades destruidas y una crisis humanitaria cada vez más profunda

Redacción por Bianca Pessoa
Revisión por Helena Zelic
Edición por La Vía Campesina

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