Bertita Zúniga: “Berta Cáceres planteaba que la lucha es permanente”

02/03/2023 |

Capire

Tras siete años del asesinato político de la dirigente hondureña Berta Cáceres, publicamos el testimonio de su hija Bertha Zúniga Cáceres sobre su legado

Berta Cacéres fue una pedagoga de la lucha intergeneracional. En los momentos más fuertes que tuvo, tanto en la lucha comunitaria como la lucha en Honduras, siempre integró a esas nuevas generaciones, no sólo la juventud, sino que también a la niñez. Creo que por eso, hoy, está bien presente una generación de jóvenes que están también materializando ese sueño de Berta Cáceres de la defensa de los territorios.

Para hablar también ya propiamente del pensamiento y del legado que ella nos hace: en primer lugar, ella planteaba que era siempre la lucha de base. No podemos tener siempre el pensamiento analítico si no hemos acompañado también toda la constitución del proceso organizativo de base. Eso fue una gran enseñanza de ella: no abstraernos solamente en ese pensamiento, sino que de ese pensamiento brota de la lucha y la práctica territorial. 

Berta apostaba a esa la lucha integral, y siempre lo posicionó dentro del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH). No solo se lucha por la defensa del territorios o por defender el río. Se lucha transversalmente contra todas las opresiones que existen tanto desde afuera, desde ese exterior, como también internamente. Por eso mismo nació la lucha feminista dentro del COPINH, para afrontar esas opresiones externas. Pero la lucha tampoco es solamente por los derechos de las mujeres y las diversidades sexuales, también es la lucha contra el racismo, contra el colonialismo, contra el capitalismo. Eso también es una enseñanza bastante importante, que siempre nos hace tener una mirada más integradora de cada uno de nuestros procesos.

También algo que ella planteaba es la importancia de una lucha local que logre desafiar el sistema global de dominación. El ejercicio de la defensa de los ríos, de reivindicación de la tierra, de la lucha por la participación política de las mujeres, deben también contribuir para desafiar todo el capitalismo, los bancos financiadores, esa dominación desde el Estado que ignora a los pueblos indígenas. Esa es una enseñanza bastante valiosa para nosotras.

Dentro de esos procesos, la educación popular estuvo presente siempre como metodología de lucha, como una herramienta que nos acerca a nuestros propios pueblos. Ella también le apostó mucho a la comunicación popular. Por eso, fue una de las impulsoras de las radios comunitarias de COPINH para llevar esa palabra. Garantizó que, en todo momento, estuviese presente la misma manera de concebir la vida de los pueblos y mantuvo la idea de que, en esa concepción de vida, existe también una sabiduría que orienta la propia lucha integral de COPINH.

Además, algo que Berta nos enseñó a la juventud, y también a toda la resistencia de Honduras, es la importancia de la identidad y las cosmovisiones, que muchas veces han sido marginadas por otras cosmovisiones más hegemónicas. Posicionó la importancia de que, en todos nuestros procesos de lucha, tengamos presentes nuestras espiritualidades, que son también protección y sabiduría. En definitiva, la resistencia de los pueblos no va a existir si no existe esta cosmovisión, esta identidad como pueblo. Ella siempre decía que el momento en que esas cosmovisiones y identidades desaparecieran serían prácticamente cómo si, como pueblo lenca, también hubiésemos desaparecido. Cómo si le diéramos la victoria a ese coloniaje y a esa neocolonización que han tratado de destruir los mecanismos de resistencia.

Quiero agregar, además, que ella planteaba que la lucha es una lucha permanente. No es una lucha que se va a hacer por un año, dos años, independientemente de que las dinámicas de nuestros procesos personales y colectivos vayan cambiando. Es una lucha permanente, que se da en todos los espacios y en todos los momentos, y que es una lucha que llevamos en nuestro corazón, para siempre.

Berta hablaba también de la importancia de la lucha de calle y la lucha popular, de las muchas dinámicas que pueden existir. Hablaba de la resistencia que se hizo en Honduras cuando ocurrió el golpe de Estado. Desde que nació el COPINH, una de las metodologías fue la lucha de calle para reivindicar nuestros planteamientos y el hecho de que los pueblos no son escuchados por los gobiernos o las estructuras de poder que les dominan. 

Ella hablaba de la importancia de la diversidad, de sabernos diversas, de sabernos diferentes, plurales, pero que eso no signifique la separación de nuestras luchas.

Si algo caracterizaba a Berta Cáceres era su labor articuladora de los diferentes procesos y de las diferentes visiones. Incluso cuando había confrontaciones entre visiones políticas, ella trabajó muy arduamente por encontrar una solución a esas divergencias y por plantear siempre que, por encima de esas diferencias, nosotras tenemos enemigos comunes que componen este sistema de dominación. 

Ella luchaba y creía en la sabiduría de los pueblos. Creía también en la justicia de los pueblos frente a la impunidad de los Estados, de las empresas y todos quienes participan de esas dominaciones. Creía en que los pueblos también tenemos nuestros propios mecanismos de construir la justicia, defendiendo nuestros territorios, continuando esas resistencias que vienen desde hace más de 500 años.

Ella también planteaba que, frente a todas las adversidades, frente a todos esos obstáculos que están presentes y a que a veces nos hacen que nos sintamos tan pequeñas, hay que sobreponer la esperanza. Hay que luchar con esperanza, luchar con entusiasmo. Cada esfuerzo que se hace va a tener un resultado y en algún momento, tal vez no cuando nosotras queramos, pero en algún momento, vamos a ver las victorias, vamos a ver el resultado de esos mismos esfuerzos.

Decía muy claramente que el pueblo que no lucha por su existencia es un pueblo que está condenado a desaparecer. Así, nos invitó siempre a luchar por nuestra propia existencia. 

Berta Cáceres nació el  04 de marzo de 1971 y fue asesinada el 02 de marzo de 2016. Cada día de investigación –no sólo las investigaciones oficiales, sino más bien las impulsadas por la solidaridad popular– expone con más claridad la responsabilidad de las empresas ligadas al proyecto hidroeléctrico Agua Zarca en ese asesinato. Se sentenció David Castillo, ex presidente ejecutivo de la empresa Desarrollos Energéticos (DESA), la cual tenía intereses económicos en el territorio del pueblo Lenca defendido por Berta. El COPINH sigue reivindicando que se investiguen los autores intelectuales del crimen, y da continuidad al legado de Berta Cáceres en sus luchas en defensa de los territorios y pueblos indígenas.

Este texto fue presentado por Bertha Zúñiga Cáceres el 04 de marzo de 2021, con ocasión del lanzamiento virtual de la Escuela Internacional de Organización Feminista (IFOS por sus siglas en inglés). Bertha es hija de Berta Cáceres y actual coordinadora del COPINH.

Edición por Helena Zelic

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