Cuidados, economía feminista y soberanía alimentaria

24/08/2025 |

Yasmín López

Lee el aporte de la militante de La Vía Campesina de Honduras sobre las relaciones del feminismo campesino y popular y la lucha por un cambio en el trabajo de cuidados

LVC

Hemos comenzado a construir las economías de las mujeres porque vivimos en un mundo de desigualdad en el cual las mujeres le hemos aportado a la vida. Sin embargo, las mujeres no estamos en el centro. Para atacar esas injusticias, hemos fortalecido las rebeldías de las mujeres a través de nuestras apuestas políticas, desde nuestras perspectivas, la cosmovisión de nuestras compañeras indígenas y todo el caminar de las mujeres por la vida.

La Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo, vinculada a La Vía Campesina (CLOC-LVC) ha venido pensando en un trabajo colectivo, político e ideológico que posicione los derechos humanos de las mujeres, haciendo un eco y aportando a la vida misma. Esta ha sido la construcción política de la apuesta de un modelo distinto al capitalismo y al patriarcado. Queremos decirle al mundo que hay otras oportunidades y otras proyecciones de la vida. El enfoque de la soberanía alimentaria es trabajado desde el sentir y el pensar, y desde la vivencia de las mujeres. La soberanía alimentaria nos representa, nos incorpora, reconoce el aporte y el rol que jugamos como cuidadoras.

La economía de los cuidados, la economía feminista y la economía campesina no pueden estar alejadas, porque son una alianza entre sí. Componen el trabajo que hemos venido haciendo con la visión del feminismo campesino y popular. Es importante también que las mujeres construyamos identidad y autonomía. Esa identidad se ha venido construyendo desde esta gran apuesta política del feminismo campesino y popular, porque es importante ponerle apellido. Es reconocer el rol que hemos jugado las mujeres en la historia.

Hablar de los cuidados significa que hemos estado conectadas, cuidando al territorio, a la comunidad, a los hijos, a la familia, a los vecinos, a todo el mundo. La gran pregunta es: ¿cuándo nos cuidamos nosotras, que somos lideresas, madres, productoras, cuidadoras de la vida y un montón de cosas más en nuestros territorios? 

Las violencias nos atraviesan los cuerpos y nos desgarran, pero también nos juntan para reflexionar y construir nuestras agendas políticas nacionales e internacionales. A través de la construcción de la identidad, de la cosmovisión de las mujeres indígenas y de la economía campesina, están presentes también los derechos sexuales y reproductivos. El primer territorio que defendemos y cuidamos es el territorio-cuerpo, porque nos dice en qué momento nos sentimos bien y en qué momento no podemos dar un paso más. Es importante escucharnos a nosotras mismas para escuchar a otras.

Es importante que decidamos por nosotras, pues nadie –ni el Estado, ni la Iglesia, ni la sociedad– puede decidir por nuestro cuerpo. Las mujeres estamos inmersas en la producción. No podremos construir el poder económico de las mujeres si no reconocemos que somos sujetas de derecho y estamos organizadas para construir nuestras propias iniciativas y estrategias económicas.

Es importante trabajar la determinación social de la salud, porque estamos conectadas con el sentir y el pensar. El bienestar va más allá de recetas y consultas médicas. Es, más bien, cómo nos escuchamos y nos determinamos. El ámbito político social, cultural y democrático en que vivimos hace parte de la estabilidad emocional de las mujeres. Hacemos esta reflexión por todo el trabajo que hemos hecho en defensa de la tierra y el territorio, y contra todas las remetidas de criminalización, persecución y violencia. Teníamos que encontrar un espacio de reflexión, de encuentro, de autocuidado y de sanar el alma, el corazón, la mente, el cuerpo.

En temas de trabajos y cuidados, hay una deuda de los Estados hacia las mujeres. Hay una deuda de la protección social, que es dignificar los salarios buscando la igualdad para las mujeres que hacen igual aporte que los hombres. Justamente ahí están la lucha de clases y la división sexual del trabajo. El trabajo de las mujeres da un empuje al capitalismo y a las transnacionales. Muchas veces, se quedan en la casa limpiando, cocinando y planchando para que aquel que está contratado por una empresa salga a trabajar. Cuidar a los hijos e hijas, hacer el trabajo de casa y en la parcela no es amor, es trabajo. 

Honduras refleja que el 58.72% del trabajo de conservación de la semilla, de la producción de alimentos, de cuidado al territorio y a la familia es trabajo no remunerado. En la Secretaría de Estado se está promoviendo una ley para una política de cuidados, para la cual hemos estado dando nuestros aportes sobre el trabajo de cuidados y las economías de las mujeres. También nos cansamos, también estamos presentes, también aportamos a la economía de las sociedades. No proponemos un debate sobre quién lo hace mejor, ni una competencia entre hombres y mujeres. La pelea es contra un sistema depredador, capitalista, machista, violador de los derechos humanos de las mujeres y que nos mata.

Para La Vía Campesina, posicionar la temática de los derechos de los cuidados implica reflexionar sobre cómo trabajarla en los territorios. Hemos construido un componente importante, que es la incidencia y construcción permanente de alianzas con organizaciones nacionales e internacionales, feministas, indígenas, campesinas y de todos los sectores con los cuales nos sintamos identificadas. También debe haber alianzas con el Estado. Es interesante que nuestros procesos formativos y escuelas de formación política coloquen siempre los aportes de las mujeres. Nuestras economías sostienen y cambian la vida, una vez que cuidamos a todo el mundo. Por eso, es importante que nuestra mente, nuestro corazón y nuestras economías alcancen la autonomía que necesitamos.


Yasmín López es campesina, indígena y feminista. Integra la comisión política de La Vía Campesina de Honduras, es asesora del Consejo para el Desarrollo Integral de la Mujer Campesina (CODIMCA) y coordinadora de la comisión política pedagógica de la Escuela de Formación Campesina Margarita Murillo. Este artículo es una transcripción editada de su ponencia en el webinario “Construyendo propuestas de economía feminista y justicia ambiental”, organizado por Amigos de la Tierra Internacional, Marcha Mundial de las Mujeres, Capire y Radio Mundo Real en 15 de julio de 2025.

Edición por Helena Zelic

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