Ubicado en El Magreb, región que abarca el noroeste del continente africano, el Sahara Occidental es la última colonia de África. Y aquí las mujeres son las mayores responsables por seguir adelante y liderar el proceso para cambiar lo que pasa.
Nuestras organizaciones prueban cómo es posible educar y comprender, política y culturalmente, las capacidades de todas las mujeres del Sahara, además de construir un espacio libre donde puedan expresar su propia voz. En el Sahara Occidental las mujeres no tienen nombre pero tienen sueños. Y estamos construyendo el espacio libre que necesitan.
Por ello hemos trabajado para establecer alianzas con otras organizaciones locales, continentales e internacionales. Empleamos el mayor de nuestros esfuerzos para ampliar la visibilidad de las luchas en el Sahara Occidental y de las mujeres saharauis para que su país sea libre.
Las mujeres saharauis se enfrentan a una sistemática marginalización. Más de la mitad de la población del país se vio obligada a huir hacia el exilio, donde no hay la vida a que estamos acostumbradas ni posibilidades económicas de mantenerse.
Y mientras tienen todas estas responsabilidades, las mujeres también cuidan a las personas, la naturaleza y las comunidades, y participan en las luchas feministas en todo el mundo. La colaboración es el camino hacia la transformación, para marcar la diferencia a cada paso dado.
Las mujeres saharauis no tienen trabajo porque las compañías que actúan en nuestro territorio ocupado emplean a las personas de Marruecos en lugar de emplear a nuestra gente, aunque utilicen los recursos de nuestro país. Sin duda, este es un gran desafío para nosotras y a la vez estamos tratando de establecer una base distinta para poner fin a la explotación de recursos naturales y humanos.
Como no hay trabajo, nosotras buscamos alternativas para garantizar un futuro sostenible para cada mujer. Pero aún hay mucho por hacer para fortalecer a las mujeres y cambiar el centro del poder y autoridad. Son las mujeres que sostienen la vida que vale la pena defender y por este motivo somos muy capaces de promover grandes cambios sociales.
Luchamos contra la ocupación marroquí y la presencia de corporaciones transnacionales que refuerzan el colonialismo. Muchas compañías occidentales actúan en el territorio del Sahara Occidental aunque cualificadas compañías africanas podrían realizar estas actividades. Esta es una cuestión radical y profunda en nuestro país. Tenemos buenos y buenas trabajadoras en muchos sectores, entonces ¿por qué nos sentimos el eslabón más débil cuando se trata de África? África tiene formación y recursos naturales pero aún depende de países extranjeros como China y Corea.
A las corporaciones occidentales y transnacionales no les gusta África, pero les gusta la riqueza de nuestro continente y los beneficios que conquistan por encima de nosotros. Somos nosotros, el pueblo africano, que debemos beneficiarnos de nuestro propio continente. Pienso que tenemos que poner fin a esta enfermedad en nuestros territorios y construir aquí un mundo en el cual merecemos vivir.
La lucha de cada mujer en África y en todo el mundo es la lucha de las mujeres saharauis. Creo que progresaremos cuando percibamos que nuestro origen o nacionalidad son importantes, pues nuestra reivindicación en tanto mujeres será siempre la construcción colectiva de un buen lugar para vivir. Entonces vamos a trabajar en conjunto por un mundo pacífico, digno e igualitario en que todas y todos merecemos vivir.
_________________________________________________________________________
Najat Khaya es la encargada de asuntos exteriores de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis e integrante de la Marcha Mundial de las Mujeres.